lunes, 2 de julio de 2012

Hoy desperté en un país diferente

Ayer fueron las votaciones para elegir a quienes gobernarán nuestro país por los siguientes seis años.

A pesar de no ser nada amante de la política, debo reconocer que en este país las campañas son tan agobiantes que acabas pensando, hablando y respirando política, porque aunque en realidad siento que no somos un país con una cultura política importante y generalizada entre la población, la intensa publicidad es tan violatoria de todos los sentidos, que no te queda otra que estar muy enterado de todo.

A destacar:

El partido en el gobierno pasó de ser el elegido, a ser la tercera fuerza política.
El partido que gobernó durante 70 años y en gran medida nos trajo a donde ahora estamos (que no es piropo), volvió por sus fueros y arrasó con todo, dejando con la vergonzosa evidencia al actual régimen, de no ser más querido que la bruja más fea del peor cuento que pueda usted imaginar.
La izquierda ha adquirido fuerza, pero no la suficiente para convencer a los provincianos del norte.
El voto estuvo tan dividido, que por primera vez, seremos más los que no elegimos a quienes nos gobiernen, que quienes sí lo hicieron.

Como no soy analista político, y además estos temas me hostigan la madre, me limitaré a comentar que me sorprenden algunas cosas:

la facilidad con la que el compatriota perdona;
el gran rencor que el pueblo desarrolla por quien quiera que sea que lo gobierne, a muy corto plazo;
en realidad ningún partido o candidato nos gusta, sin importar bandera, basta que quien sea que elijamos llegue al gobierno, para que se convierta en un rata mal parido apátrida a quien a la brevedad trataremos de deslegitimar.
A pesar de tener antecedentes tan negros como cabría esperarse de un mafioso destacado, nuestro virtual presidente electo, fue ampliamente favorito en estas elecciones, lo que me restriega en la cara la falta quechingadosséyo para ver, reconocer y borrar del mapa al candidato que no garantiza un carajo y escoger de entre los que queden.
Me fascinan esos votos golondrinos que cada seis años brincan de un lado al otro, siempre cándidamente convencidos de que ahora sí van por el bueno.

No denosto a mi tierra, pero caray, como recién leí por ahí, empiezo a dudar si esto es un fraude electoral, o este país está legítimamente lleno de pendejos.

Luego de mis análisis superficiales, creo que lo mejor que nos pudo haber pasado en estas elecciones fue que regresaran los de siempre, ¿por qué? porque aparentemente es lo que la mayoría queríamos, lo supiéramos o no.

Soy Perfil Bajo y quiero llorar.





La primera impresión

"Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión". Hoy recordé esa frase, y también recordé a la Tía Matilde...