martes, 8 de mayo de 2012

¿dos medias hermanas hacen una?

Ya de tiempo sé que tengo medias hermanas (y quizá algo más) en este mundo.
La verdad nunca me ha dado gran curiosidad saber el destino de quien fuera mi padre antes de adoptar al Dalai Lama como tal, pero luego de algunas pláticas a las que no hice mucho caso, recordé el particular nombre de una de esas ya jovencitas. Del por qué recordé el nombre merece una historia aparte, así que de momento sólo digo que es muy particular.

Las cosa es que ahora con las redes sociales es muy fácil encontrar lo que sea y a quien sea y en no más de dos minutos ya las había localizado. Son gemelas y para mi sorpresa son bonitas, porque ya antes creí haberlas conocido y me pareció muy normal ver que parecían hombres y tenían más espalda que yo. Supongo que fue un malentendido mío, porque ni igual se llaman. Me despido entonces de las que consideré mis medias hermanas por algunos meses. La verdad que bueno porque estaban gachísimas y seguro nunca me iban a dar ganas de conocerlas, aunque me parecían más creíbles para descender de un tipo tan feo como su padre.

De las nuevas qué comentar?

Son dos, son iguales, le van a las chivas, cosa que le ha de encantar al autor de sus días (si aun sabe dónde y en qué día vive), atlista de corazón.

Soy Perfil Bajo y me pregunto ¿dos medias hermanas hacen una?

viernes, 4 de mayo de 2012

Somos finitos.

Justo ahorita por algo que leí, me cae de golpe que no duramos para siempre.
Soy, vivo para algo y para alguien, y mientras vivo parece que todo lo que veo, toco y pienso ha estado y estará ahí siempre. Es curioso cómo funciona la vida y la conciencia que tenemos de ella; tenemos nuestro mundo como lo hemos ido armando desde que nacimos, sin embargo cada tanto llega la muerte de alguien y parece que todo termina, que la vida queda en pausa, pero apenas lloras lo que tienes guardado y un proceso de sanación interna te deja claro que la vida sigue para los vivos.
Hoy estoy aquí, escuchando hablar a mucha gente, pero no sé qué dice nadie, sólo los oigo mientras pienso que soy temporal y no estaré aquí por siempre.

Hoy soy Perfil Bajo, mañana no sé.

jueves, 3 de mayo de 2012

Qué común y qué horrible

Las pasadas dos semanas, como desde el año pasado es una antigua tradición, tuve que atender a mucha gente en mi trabajo. Habrán sido unas 800 jóvenes, todas mujeres, todas ansiosas de un sí de mi parte.

De esta muestra, que surge de una situación laboral, me permito hacer algunas observaciones personales:

Todas las mamás bonitas, acompañaban a hijas bonitas.
Muchas hijas bonitas eran acompañadas de madres feas.
Muchas madres feas se comportaban horrible.
Hubo unas tres madres horribles que se comportaron horripilantemente.
Muchas jóvenes tienen algún grado de discapacidad para comprender documentos escritos o no leen.
Muchas madres de las jóvenes arriba mencionadas también o tampoco.
Las feas tienden a ser hurañas en su trato, no así las bonitas, que en general fueron más tendientes a conversar.
Unos pocos hombres que se acercaron con alguna pregunta fueron en general amables y aceptaron mis respuestas sin respingo.
Algo así como la tercera parte de cada persona atendida, cree que es la excepción de la regla (cualquier regla).
Hubo quien se preguntó por qué era yo tan amable, que qué enferma intención me movería.
Todas las mamás que asistieron para apoyar a sus hijas en sus gestiones sobraron. Ser sobreprotectoras a ese grado con jóvencitas de 18 años no les hace ningún favor.
Por último, pero no de menor importancia, hubo algunas muchachitas tan tontas, tan pero tan tontas que me sorprende que hayan sobrevivido a 15 años de formación escolar, aprobando sus materias, y pudiendo seguir siendo tan tontas.

Soy Perfil Bajo y al que nace pa'tamal...


La primera impresión

"Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión". Hoy recordé esa frase, y también recordé a la Tía Matilde...