martes, 28 de septiembre de 2010

Qué bonito baresito

Justo ahora que revisaba el escaso tráfico en mi blog, recordé esta que a continuación les cuento:

Hace más o menos una década era yo visitante asiduo de Puerto Plácido, ya que mi trabajo me obligaba a ir periódicamente a "supervisar" que las cosas fluyeran armoniosamente en cierta escuela.

Recuerdo también que la obligatoriedad de las visitas no me molestaba en lo absoluto, y que la periodicidad de las vueltas nunca era lo sificientemente frecuente.

Las visitas eran de fin de semana, siendo el sábado el día obligado, aunque me desocupaba temprano y solía quedarme hasta el domingo para poder disfrutar un poquito más de las bondades del Puerto.

Por alguna razón que no entiendo, en el medio que me desempeño hay mucha gente muy culta, con muchos estudios, pero también con gran afición a la bohemia y las bebidas espirituosas. Siendo estos dos temas los que siempre guiaban la agenda al término de la jornada laboral.

Recuerdo en particular dos episodios en los que por lo menos uno de mis colegaas dió alguna nota curiosa.

Un día ya tarde estábamos parados afuera de un baresito que más bien era una cantina en donde nos trataban muy bien porque conocían muy bien a el colega que había propuesto el lugar. Recuerdo que estaba junto a un antro gay muy famoso, y justo afuera estábamos (sin intenciones de entrar) cuando se me perdió Perfil Filósofo Universitario (aquí todos somos académicos hasta que se demuestre lo contrario), pregunté por él y alguien más señaló al suelo, en donde, dentro de una maceta enorme estaba el maestro moviendo pies y manos cual cucaracha panza arriba haciendo un vano esfuerzo por levantarse. Al ver la escena se acercó otro borracho que pasaba y nos dice "yo lo hic! tumbé con la mirada hic!", dos de nosotros, preocupados por el fiestón de claudio, lo levantamos, ya vertical, seguimos con nuestra discusión de a dónde ir, y cuando tocó el turno de Perfil Filósofo de nuevo no estaba, pero ya sabíamos donde buscarlo. Lo levantamos y llevamos a su hotel, de donde huyó sin avisar con rumbo a la central de autobuses.

Recuerdo que ese día Filósofo no llegó a cumplir su cometido de ese fin de semana y abandonó Puerto Plácido antes de presentarse a trabajar. Salud por eso!!

En otra de esas visitas me acompañaba un maestro ya entrado en años que una de dos, o se tomaba su loción y traía aliento a loción todo el día, o usaba brandi para perfumarse, porque siempre olía igual cuando se iba a dormir después de una guarapeta y cuando salía de bañarse fresco como lechuga.

Cenábamos un día en famoso lugar de comida cubana, cuando entre mojito y mojito me dice una compañera, "oye, llévate al maestro porque me está diciendo cosas", y yo, siempre caballero, decidí liberar a la dama de su suplicio. Apuré el mojo y solté la frase "voy a seguirle a otro lado, ¿quién me acompaña?", y el maestro, pese a estar ya entrado en el invierno de su vida, fue el único entusiasta que se puso de pié y se agregó al contingente, que por acuerdo previo era sólo de dos.

Salimos, caminamos un par de cuadras, y entramos en un bar de spring breakers con mucha historia y muchos ebrios, que ahora no es mas que eso, y pedimos un par de cervezas. Sin más preámbulo le digo "voy a buscar alguien con quien bailar" y acto seguido salí por la puerta del bar y regresé a continuar con los mojitos con Perfila Curvilínea, Perfila Viva la Fiesta y Perfila Académica Destacada. Luego de sentarme me preguntan ¿cómo le hiciste? y ya les expliqué, que lo llevé a un bar y le dije que iba a bailar y lo abandoné. Ellas se quedaron muy preocupadas por mi actuar tan desconsiderado, pero en ningún momento me pidieron que fuera por él.

Pasó la noche en tranquilidad, caminamos un poco por el pueblo y nos fuimos a dormir. Pensé que al llegar encontraría al Maestro Perfil Otoñal y Volátil muy molesto y crudo, pero su cama estaba tendida y sin rastro de su llegada.

Sin preocuparme más que por preparar un buen pretexto me dormí. Ya al despertar escuché desde el baño la canción que solía cantar en el momento de la ducha y salió muy redondo y bien fajado en su toalla saludándome con su cotidiana frase "había una vez... truz!!".

Estaba yo preparando mi speech, cuando el toma la palabra y me dice "oye, ayer dónde andabas que me fuí a un baresito muy bonito a bailar. Conocí a una muchacha con la que bailé toda la noche, bailamos en las mesas y ya no supe ni cómo ni a qué horas llegué".

Sepa Dios cómo habrá estado la aventura de Perfil Otoñal y Volátil, pero espero que no la halla visto tan bonita nomás por el lente con el que miraba las cosas ese día a esa hora. Lo bueno es que se divirtió y hasta encontró con quien bailar, porque con Perfila Curvilínea su gestión nomás no iba a prosperar.

Dios sabe por qué pasan las cosas. Cómo pasé momentos divertidos y de buena plática con ese maestro.

Maestro!!!

Perfil Académico.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Bendito insomnio

Hace un par de días me preparé de todo a todo para dormir plácidamente. Toda la rutina se realizó a conciencia y terminé acostado boca abajo, tapado con la sábana hasta la cabeza y haciendo una curvita graciosa para taparme también los ojos pero dejando fuera la nariz y la boca. La almohada sobre la cabeza y agarrada por la esquinita para que no se me suelte, celular a la derecha, control remoto a la izquierda... todo perfecto, a dormir.

Pero a tienen que cuando hice click al cerebro para desconectarlo, en lugar de poner mi mente en blanco la puso de todos los colores, empezando a fluir recuerdos a diestra y siniestra de forma tal que no podía ni tratar de ordenarlos.

Me acordé de mil cosas, algo parecido a la cinta en fast forward que vé uno antes de morir (no me he muerto pero ya he visto la cinta algunas veces), pero casi todos los recuerdos se ubicaban en la adolescencia.

Fue curioso pero como dice por ahí un chiste de mal gusto "no le podía cortar la hebrita" y así estuve horas dedicado a recordar.

Hice inventario de carros, de frases para el frasario, de mujeres que me dijeron que no, de feas que me han querido, de golpes que me he dado en la cabeza, de amigos que he tenido, de amigos que conservo, de cosas de las que debería arrepentirme, de cosas que no debo olvidar jamás, de los mejores traseros del cine de todos los tiempos, de las viejitas que he ayudado a cruzar la calle, de ocasiones en que me he caído, de las ocasiones en que me he levantado, de cosas que debí hacer mejor y muchas otras tarugadas como por ejemplo:

La vez que me caí de la bicicleta enfrente de la niña que me gustaba, todo por lucirme y levantar la rueda delantera. Fue ahí cuando constaté que no apreté bien las tuercas la última vez que le quité la llanta. De la mano con eso, recordé mi reloj casio de calculadora, que en ese momento se rompió y no volvió a ser el mismo.

Me acordé la vez que por cinco minutos se me fue el camión, no traía más de cinco pesos y tuve que caminar como cuatro horas por todo Guadalajara durante la madrugada. También me acuerdo que tenía mucho miedo de que me asaltaran. No sé de qué me preocupadba si no tenía ni pa' el pinche camión.

Me acordé de que en la Casa de la Cultura de Ensenada ponía corazones con mi nombre y la niña que me gustaba, pero siempre ponía que ella me amaba a mí y no yo a ella. Nunca me reclamó pero tampoco me hizo caso. Recuerdo también que estaba muy llena de acné, y que mis amigos y yo jurábamos que estaba así porque tenía muchas relaciones sexuales.

Me acordé cuando una compañera de la secu se brincó la reja de la escuela para irnos a la playa, y que tuvo el mal tino de brincar antes de que su falta librara los barrotes. La recuerdo perfectamente colgada del vestido con sus calzones azules gritando para que la bajáramos. Cynthia López.

Me acordé de la viejita holandesa a quien asesoré sobre en qué estación del tren bajar, ya que iba sola y nunca había viajado en trenes de alta velocidad. Yo también iba solo y tampoco había viajado nunca en trenes de alta velocidad. Tengo su cara grabada en piedra cuando volteó a verme desde el andén, a través del ventanal del vagón, luego de que observó el nombre de la estación y las puertas del tren se hubieron cerrado. Fallé de ciudad por unos 200 kilómetros.

Recordé las dos veces que estuve a punto de ahogarme: una cuando mi amiga Gaby Gómez (que recordé también que vivía en una casa que decía "aquí viven los Gómez", a lo que mi mamá agregó un día que pasamos por ahí, "mira nomás que pobres los Gómez", sin saber que era la casa de esta amiga que la verdad si estaba re pobre)me aventó a una alberca, luego de que me preguntó si sabía nadar y yo le había contestado que no. Luego de eso, recuerdo claramente escuchar los diálogos a través del agua "¿por qué lo aventaste? no sabe nadar, ¿deveras no sabe?" y cosas así, hasta que Gaby heroicamente saltó y me rescató de la bronca en la que me metió.
La otra ocasión me estaba ahogando por tarugo nomás, porque me paré junto a una alberca y pensé me voy a aventar, ni modo que no pueda nadar. Y ándale que no pude nadar, así que entre tragos de agua y manotazos llegué al borde y salí tosiendo. En ese momento se acercó una señora que caminaba por el lugar y me preguntó si estaba bien, le dije que si. Claro que si, estaba bien, pero bien imbécil.

Me acordé de nuestros perros malteses Giro y Bonnie.

Me acordé de las calles por las que me iba a la secundaria, y además visualicé mentalmente cada cuadra desde la casa hasta la entrada de la "Migoni". Eran como veinte cuadras.

Me acordé cuando me asaltó un cholo y me pidió mi cadena de oro, y yo nomás le dije ¿por qué? y me fui.

Me acordé de la vez que en la playa de Las Bocas intenté calmar un pleito entre dos desconocidos, que nomás se voltearon a ver entre ellos y se preguntaron ¿lo conoces? no!, y entre los dos me golpearon.

Me acordé cuando el papá de Penichet me criticó por no limpiar bien mi bicicleta, y desde ahí nunca volvió a estar sucia.

Me acordé de nuestro viaje sin permiso de Guadalajara a Tijuana, nomás porque llegamos a Mazatlán y estaba nublado, y mi primo quería saludar a un amigo en Tijuana.

Me acordé del atentado que sufrió un magistrado español, el 30 de octubre del 2010, volando también un autobús de la línea 53, a la hora y el día que debí haberlo tomado por primera vez para ir a un curso, pero en lugar de eso me fui por un cheque. Luego de eso tomé esa ruta todos los días a esa misma hora durante más de un mes y podían verse los edificios sin cristales y las manchas en el suelo. El atentado fue casi a las nueve (mi hora de entrada) a dos cuadras del lugar donde iba yo. Hubo tres muertos y más de sesenta heridos, la mayoría del camión. Yo si sentí que me escapé.

La nota:

http://www.elpais.com/articulo/espana/QUEROL_LOMBARDERO/_JOSE_FRANCISCO_/MAGISTRADO_ASESINADO_POR_ETA/MEDINA_SANCHEZ/_ARMANDO_/ASESINADO_POR_ETA/ESCUDERO_GARCIA/_JESUS_/POLICIA_ASESINADO_POR_ETA/ETA/mata/Madrid/magistrado/Supremo/chofer/escolta/elpepiesp/20001031elpepinac_16/Tes

Me acordé también de la vez que fui por las tortillas en la bicicleta y una señora me abrió la puerta en plena cara. No me pude acordar lo que le dije a la señora.

Me acordé de Leonardo Orozco Serna, que me regaló tacos de pescado todos los días a medio día durante tres años.

Me acordé de la vez que se le salió el volante al carro que iba manejando y todavía me dió tiempo de volverselo a poner sin chocar.

Me acordé cuando jugué futbol por primera vez y me dieron un pelotazo en la quijada y me corté la lengua por la mitad. Muchas puntadas.

Me acordé de mi operación en salva sea la parte, que me hizo caminar como el Piporro durante meses. Me tomaba la medicina para el dolor, pero la de la inflamación se quedó en el buró.

Me acordé de mi disco de acetato de The Police ¿dónde habrá quedado?

Me acordé cuando fuimos a degustar tequila a la expo y para mayor seguridad le encomendé el carro de Alfonso a otro amigo que no sabía manejar.

Bueno, me acordé de tantas y tantas cosas que no me quedó tiempo para dormir.

Perfil Noctámbulo

lunes, 20 de septiembre de 2010

hay que saber retirarse a tiempo

En estos días festivos pasaron varias cosas. Tuve mi festejo de mis cuarenta, descansé mucho y mi tía Bertha emprendió el viaje sin regreso.

En un par de ocasiones a lo largo de los cinco días que duró este pequeño puentesillo mencioné que hay que saber retirarse a tiempo, cosa que siempre he dicho, ya que perfila sabrosa es de esas visitantes empedernidas que visita hasta que las indirectas se vuelven claridosas.

continuará...

bueno, les contaba de este asunto. Pues no sé si a mi Tía Bertha le parecería buena idea retirarse de este mundo a los 98. A mí no me pareció bien. Para mí, mi tía Bertha era la viva representación de la profesora por vocación. Era la profesora tal como los profesores deben ser. Era culta, educada, amable y muy inteligente. Voy a extrañar mucho tus "SIIIiiiIIII" y tus pláticas tan ilustrativas sobre cualquier cantidad de temas que tratamos a lo largo de esos domingos soleados entre tanto árbol y teja, donde ahora sólo hay cemento y palmeras. El jardín cambió de dueño, pero sigue siendo un espacio para la formación cultural, ya que como seguramente te habrás enterado antes de irte, nuestra antigua casa es ahora parte de una universidad.

Otro aspecto menos romántico, pero este si, ejemplo mío de lo que para mí es saber retirarse a tiempo, es aquélla vez que me bajé de la moto.

Nunca he sido bueno para manejar motocicleta y en casi todos mis contactos he tenido algún percance. Una vez agarré una de 500 centímetros (moto) y sin saber ni meterle los cambios ya iba en tercera y acelerando, cuando una señora tuvo la idea de cambiar la ruta y dar vuelta súbitamente sin señal direccional. Esa vez nomás grité "Pacoooooo" y Francisco Antonio Díaz Mariscal, que fue mi ángel guardian allá en mis años mozos salió de la nada y me levantó del suelo, enderezó la moto y todos nos fuimos felices y contentos a seguir trabajando, porque esa vez estaba probando motos cuando en realidad debía estar trabajando. Por cierto que creo que Paco se fue de mojado a EU, donde seguramente ha de seguir, y espero que le vaya muy bien porque era una excelente persona.

En otra aventura de moto que recuerdo, mi primo Jorge manejaba y yo era nomás acompañante, mi primo arrancó dando show a los vecinos y yo hice lo propio dando una maroma hacia atrás, para luego, sin caerme, colgar cabeza abajo y con las piernas hacia atrás... no es fácil explicar, tendrían que haberme visto, pero era algo más o menos así: @ mi primo pensó que me había caido. No fue sino hasta que se detuvo a mirar, que vió que seguía yo "amarrado" a la moto y sin posibilidad de bajarme. Ciertamente dimos show.

Pero bueno... la anécdota motociclística que ilustra el "saber retirarse a tiempo" fue en Ensenada B.C. en mis tiernos 12s calculo yo.

Íbamos en esa ocasión mi primo Arturo (qepd) de pasajero y un servidor al manubrio.

La moto en cuestión era una chispa carabela como de unos 40 c.c. de esas que se prendían pedaleando y no representaban mayor peligro para nadie con más de un dedo de frente, o por lo menos eso pensé yo.

Para pronto me ofrecí a mostrarle a mi primo la ciudad, ya que él nos visitaba de Perfilandia Jalisco, y la moto fue el medio de transporte elegido, ya que era mi única elección.

Abordamos la moto y con las rodillas casi arrastrando arrancamos despidiéndonos de toda la familia que nos observaban en la cochera de los departamentos donde vivía entonces la tío Perfil Rico McPato, en la calle carabelas a un par de cuadras de la unidad deportiva "Sullivan".

la primera cuadra íbamos derecho así que no hubo problemas, pero luego llegamos a una bifurcación a partir de la cuál podíamos pasar a la derecha o izquierda de la entonces casa de las gemelas Ivonne e Ivette, que luego se hicieran famosas cantando canciones infantiles, pero como ya volvieron a su anonimato original no abundo en la explicación. Teniendo entonces la opción de "izquierda ó derecha" y siendo yo siempre siempre muy democrático, le pregunté a Arturo para dónde quería ir, pero Arturo siempre tan adaptable a mis caprichos me dijo "no sé, para donde tú quieras", mientras tanto seguíamos recortando la distancia con la esquina en una situación que en este momento se me antoja muy paralela a lo del Titanic cuando se acercaba al iceberg con el que habría de chocar y hundirse.

"¿izquierda o derecha?"

"¿izquierda o derecha?"

Pues esperé a Arturo tanto como pude pero nomás no decidió, así que en el último segundo tuve que elegir yo el que sería el destino de mi vida en la próxima cuadra así que giré a la derecha, no, mejor a la izquierda, no mejor a... en ese momento la llanta, apenas más gorda que la de una bicicleta, se derrapó, perdiéndo ya el control de la moto. Hice todavía un par de intentos por salvar la situación ya que la moto no era mía, pero no había lucha. Fue entonces donde apliqué mi filosofía de retirarse a tiempo y me bajé.

Si si si. Me bajé. No frené, no nos caímos, no apagué la moto ni nada simplemente me bajé. No sé muy bien cómo fui tan hábil para bajarme de una moto que avanzaba tal vez a unos 20 km por hora, pero la cosa es que me bajé sin molestar a mi primo que iba sentado atrás de mí y por si fuera poco ni siquiera me caí, simplemente me quedé perfectamente parado a media calle, frente a la casa de las gemelas viendo como Arturo se alejaba todavía copiloteando la moto de mi tía Perfila Casi-el-Paraíso, pero sin ninguna posibilidad de alcanzar el manubrio ya que él iba atrás.

Arturo, que derrochaba estilo con su copete de James Dean y casi nunca fallaba en lo que hacía, fue a estrellarse con la banqueta de las gemelas raspándose las rodillas, triturándose el ego y quedando como si la casa frente a la que cayó lo hubiera atropellado. Ni les cuento el berrinche que hizo, ni les cuento lo mucho que me reí (de hecho me estoy riendo también ahorita) cada que lo recordaba sentado en la parte trasera de la moto agitando las manos frenéticamente al tiempo que la moto avanzaba haciendo eses por la calle carabelas.

Seguramente el capitán del Titanic me hubiera recriminado por abandonar el barco, pero luego de ver la conclusión de la aventura estoy seguro de que era el momento apropiado para retirarme. Debí avisarte que me iba a bajar Arturo, pero no inventes, que estúpidamente divertido te viste.

Nunca soy el último de las fiestas, no me gusta que los meseros me cambien el pisto a vaso desechable y siempre me retiro antes que los ánimos decaigan.

Tía Bertha, espero humildemente haber podido captar siquiera un poquito de todo lo que tenías para ofrecer, fuiste una excelente profesora hasta el último día y, desde siempre, representas una de esas ramitas muy vistosas en mi frondoso árbol genealógico. En el paraíso faltabas tú, ya se completó la familia Mendoza Uribe, que gocen de una excelente vida eterna y allá nos vemos!!

Por último, cabe aclarar que afortunadamente Arturo todavía vivió para acompañarme en mis aventuras algunos años más. Fueron años muy pero muy felices.


Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡¡¡Feliz cumpleaños a mí!!!

Es oficial.

Ayer cumplí cuarenta años, mismos que festejé en pequeño en casa de mi mamá, ya que mi familia se fue de viaje emergente por otro viaje al mas allá que no estaba agendado.

El menú:
enchiladas de pollo, arroz y frijoles con un toque picante. Arroz con leche para el postre y cerveza para el comentario.

Muy rico y memorable, porque fue mi primera comida de cuarentón.

El tío Perfil crítico me regaló unos pantalones que me gustaron mucho.

Y ya.

El día anterior ya había héchome mi festejo "con los cuates", mismo al que no fui más que yo, porque previamente les cancelé a todos ya que tendría un día muy ocupado. La fiesta transcurrió sin sobresaltos, y terminó como a media noche, cuando me acabé mis cervezas y se terminó el último de los tres documentales sobre la caída del World Trade Center de Nueva York. No encendí bengalas porque andaba en calcetines y no me pareció buena idea bajar así al jardín botánico que rodea mi apartamento.

No obstante lo sencillo de mis celebraciones me sorprende mi actitud tan positiva para convertirme en cuarentañero. Si digo que por dentro estoy con bombo y platillo no miento. No es sarcasmo, estoy realmente feliz.

Estoy superando el abrazatón de la oficina bastante bien. En no más de una hora calculo que será hora del pastel, acto para el que ya estoy preparado a ver no más de unas 8 personas, ya que cuando me invitan al pastel de alguien de aquí por los alrededores de la oficina siempre pregunto ¿quién cumple? y casi invariablemente escucho el nombre y digo ¿y ese quién es? y no voy. A veces nomás recibo mi rebanada de pastel acá en mi escritorio. A veces no.

Habiendo pues sembrado tanto amor entre mis compañeros, no me va a sorprender que nadie me acompañe a partir mi pastel. No importa.

Alguien vino hace un rato, me llamó por mi nombre y pensé "ah que caray, otro abrazo" y ya me levanto parsimoniosamente, me quito el ipod y los audífonos y me desarrugo la camisa. Mi interlocutor se queda mirando los globos en mi escritorio, el letrero de "feliz cumpleaños" que ya se despegó por la cinta adhesiva corriente que nos compra el Shopping manager, y algunas serpentinas pegadas aquí y allá en mis muebles. Con los ojos a un lado y al otro pero sin mirarme directamente me dá un par de instrucciones, se voltea y se retira dejándome con una sonrisa en la cara y los brazos como el Cristo de los Brazos Caídos de Barra de Navidad, Jalisco.

No quiero aventurarme a pensar en los motivos que tuvo para no abrazar a este bombón, pero la verdad se vió muy cómico el asunto.

Hace apenas tres días mi hija me sorprendió diciéndome que un amigo de ella pensó que yo era el hermano y no el papá. El hermano de drácula, bien podría terminar la frase.

Otra compañera me cayó muy bien un día que escuchó mi edad y comenta: treinta y nueve!!!!????, orale, te ves de cuarenta y seis!!!!!

Retomando el tema de los pantalones regalados, ya los traigo puestos y me encantan, pero sucede que se me bajan. Ya le apreté un hoyito más al cinturón y nada. Se siguen bajando. En un breve análisis en el baño pude constatar que el problema se debe a que los diseñadores siguen dejando un espacio para el trasero, cuando en realidad muy pocos traseron sobreviven hasta los cuarentas. Así como hay corte recto, corte amplio, entubado y yo qué sé, debería también haber "corte sin trasero" y tal vez ponerle al diseño unos botones para los tirantes. Me veo muy bien mis pantalones pero hay que reconocer que la única forma de que parezca yo tener algo en qué sentarme es subirme los pantalones hasta casi las axilas, cosa que acarrea otras incomodidades. Ya entrado en mejoras a los diseños de los pantalones masculinos se me ocurre que podría haber también un "corte para hombre con panza" ó "pantalón con escote pronunciado", para que podamos seguir usando nuestros pantalones a la cintura sin importar la pancita cervecera. Porque luego vé uno a los panzones bien orgullosos "yo sigo siendo cintura 34", ajá, nomás que ahora usas el pantalón a medio trasero porque si lo llegaras a la panza serías cintura 40.


Bien.


Hoy pagan, me han abrazado casi todas las mujeres bellas de esta oficina (se me están escapando dos y muchas feas a las que me les estoy escapando yo), voy a comer pastel, mañana martes es el último día laboral de la semana y en dos horas más estaré comiendo "bistec arrollado" sólo con mi alma, y sesenta personas más en el comedor institucional. Espero que el nombre del platillo no sea una forma elegante para decir que la vaca en turno tuvo una muerte trágica.

¡¡¡¡No podría estar mejor!!!!

¡¡Feliz cumpleaños a mí!!

En una nota al margen pero con mucho respeto, descanse en paz mi compadre Efraín, quien ya llevaba algún tiempo librando una batalla con la que algún día vendrá por todos nosotros.

Afectuosamente,
Perfil geriátrico.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Cómo volverlas locas

Estos día encontré un tema muy interesante para leer, del que seguramente saldré muy fortalecido para tratar con el sexo opuesto.

He leído varios títulos sobre cómo volverme más atractivo (más) para el sexo opuesto, y no porque me haga falta, sino porque era uno de los apartados de un portal de libros en línea en el que recién me registré.

Empecé por "aumente sus citas al doble" y terminé con "Cómo ser un sinvergüenza con las señoras", pasando por "lo que nosotras no decimos: cosas que los hombres deben saber" y "conviértase en un Don Juan".

Me parece muy interesante leer a esos autores que comparten con el resto del mundo su "santo grial" para encantar a las damas. Siento que anduve con mil en una semana y quedaron en mi memoria todas esas experiencias, listas para ser consultadas (y aplicadas) cuando esté platicando con alguna encantadora mujer.

Les comparto algunas de mis lecciones aprendidas:


¿Qué es la mujer?

Un poeta tendría mucho qué decir si se le diera la oportunidad con esta pregunta. También un tocólogo y, sin duda, muchos recién casados se desatarían en cánticos, inspirados por la ceguera temporal de su situación.
Pero para llegar a ser un sinvergüenza aceptable hay que rechazar los cantos de sirena y, siempre que la configuración psicológica lo permita, atenerse a la más estricta realidad. Por ejemplo, a todos nos consta que las mujeres tienen alma, pero, ¿qué puede hacer un sinvergüenza con el alma de una mujer? ¿Ponerla en una repisa y contemplarla?

o qué tal esta opción para "levantar" a una jóven en diez segundos:

Levantamiento ,10 Segundos El levantamiento de 10 segundos es una variación del Levantamiento, Hermosa Mujer. De hecho tal vez quieras practicar con el Levantamiento, Hermosa Mujer antes de tratar este.
Simplemente di “Disculpa…pero solo tenia que decirte que tu tienes una increíble hermosa energía” Espera que absorba esto y espera su respuesta y después di, “Ahora yo se que te sonará un poco directo, pero solo tengo que decirte que quiero conocerte y salir contigo, y tener un increíble tiempo contigo”
Este super rápido acercamiento directo actualmente trabaja si tu dices esto en una cómoda, honesta y sincera manera. Yo lo uso todo el tiempo. De hecho, casi todas las mujeres estarán absolutamente sorprendidas porque el acercamiento es muy directo y poderoso. Solo no parezcas un excitado bastardo ó ¡Todo te saldrá mal! Sí tu tienes éxito ó no es todo como tu le digas las cosas a ella.
De cualquier manera, si ella se abre a tu acercamiento, ¡tu debes de tener su número telefónico literalmente en solo minutos!!


ok ok ok...

en qué coinciden todos? en que debo de hacer mi voz grave y hablar despacio. Debo sonar como si hablara a través de un largo cono de papel.

Debo adularlas con todas mis mejores ideas al grado que estén convencidas de que no las merezco.

Debo usar la técnica del manazo y el cariño. Primero las bateo lejos y luego les digo que las quiero mucho.

Debo cargar con un acordeón de temas interesantes para toda ocasión.

Debo seguir al pie de la letra mi manual de imagen.

Y con esto no habrá una sola que se me resista y seré el cuarentón más magnético de la comarca.



Como cultura general creo que estuvo bien, con lo aprendido en estos días podré aleccionar bien a mis hijos sobre la mejor forma para acercarse a las mujeres y lograr llevárselas a la cama en diez segundos.

El problema es que sólo tengo hijas, y lo único que quiero enseñarles es absolutamente lo contrario a esto, así que tal vez tenga que buscar literatura dirigida a las mujeres.

Por lo pronto voy a checar la sección de esoterismo.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

Ayer murió Germán Dehesa

Nunca fui asiduo lector de sus textos, pero dándoles una hojeada siento que pudimos haber sido buenos amigos. ja!!

Él con toda su sapiencia y reconocimiento a cuestas. Yo con toda mi ignorancia y anonimato. Pero igual tengo la sensación que se se me acaba de ir alguien que pudo ser un buen amigo.

Me siento como Perfilita Canaca cuando un día se acerca llorando con su mamá. Su mamá le pregunta "¿por qué lloras?" y Perfilita contesta "es que extraño mucho a mi gatito que nunca tuve".

Don Germán, la mejor de las suertes allá en donde usted ande.


Caray.

Perfil sin líder, de los Ruiz de Nochistlán.

La primera impresión

"Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión". Hoy recordé esa frase, y también recordé a la Tía Matilde...