lunes, 22 de noviembre de 2010

Ándele, por bromista.

Hoy me duele el estómago de todo lo que alguien me contestó por un comentario que puse en cierto sitio.

La mitad del tiempo no hablo en serio, y en una de estas bromas me pusieron como camote. No hay que darle mayor importancia, pero lo que más me picó el orgullo fue que me corrigieran una palabra con otra peor.

Entre las cosas que no les deseo ni a los que algún día llegaran a ser mis enemigos (porque no tengo ninguno declarado), es que los corrija un idiota. Ser corregido por un idiota lo pone a uno, por lo menos en apariencia en la mala postura de ser todavía más idiota que el que corrige.

En fin.

La navidad viene ya dejándose caer sobre mi ciudad, empezando a invadirme poco a poquito de ese sentimiento de alegría y esperanza de que cosas mejores están por venir.

Gracias vida por todo, vamos bien.

Perfil falible.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

No tenemos un chef consentidor.

Creo que ya he comentado alguna de mis pesadillas gastronómicas en el comedor institucional.

Siguen sucediendo, no porque no las cuente no las vivo. Pero por lo menos contamos con un canal de comentarios para el chef, en donde le dejan mensajes desde "que ricos los tacos" hasta "quiero dieta con nutriólogo".

En un arranque de optimismo hoy le pedí comida en la oficina y una cocinera que me haga piojito mientras como. No espero que mi petición tenga eco, pero quería agregarme al grupo de inconformes que queremos más.

Salud!

Perfil Culinario.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿¿mi blog ya cumplió un año??

¿Cómo pasó esto?

Apenas em doy cuenta que hace tres días mi blog cumplió un año, y a un año de haberlo empezado sin gran cosa en mente me doy cuenta de varias cosas:

Muchos más post positivos que negativos.
Muy pocas visitas.
Menos comentarios.

Pero ¿qué pienso de este asunto en este momento? La verdad es que me ha servido mucho para liberar esos sentimientos que traigo luego atorados y no puedo o no quiero contarle a nadie cara a cara. Muchas veces leo lo que escribí tiempo atrás y la verdad me divierto y hasta me desconozco por las cosas que escribo.

No sé por cuánto tiempo seguiré agregandole hojas virtuales a mi blog, pero el día que pase un mes sin darme una vuelta y tener algo que conatarme, pasará a mejor vida por haber cumplido su propósito, que no es otro que el de servirme de interfase para convivir y platicar conmigo mismo.

Saludos amigo Perfil Bajo, de tu amigo que te estima.

Perfil Bajo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ah, el amor, esa cosa esplendorosa.

Sentado aquí, disfrutando de una deliciosa taza de café, escuchando música de Simply Red, me pregunto cuál será la concepción correcta del amor. Ese amor que todos buscamos, que resulta tan ecurridizo y a veces nunca se encuentra en realidad.

Cuál será el amor que realmente se disfruta? el que damos o el que recibimos?, Yo creo tener ambos, sin embargo creo que la sensación que más feliz me hace es la de la armonía.

Creo que se puede querer mucho, pero si junto con ese amor no viene todo el resto del paquete, y logra darnos ese sentido de plenitud, no pasará uno de sentirse como el Jorobado de Notredame, a punto de reventar de tanto amar, pero muy infeliz porque lo único que tiene en su jodida vida es un chingo de amor.

El amor a y de los demás es muy rico, pero justo hoy siento que el mejor amor, el que mejor administra la serotonina y la otra "ina" que no me acuerdo, es el amor por la vida.

Hoy amo la vida tal como es, tal como me trata. Soy uno más en este millonal de gentes, pero soy uno más muy feliz, muy enamorado de la vida y con muchas ganas de trascender, no una trascendencia de premio nóbel, pero sí una trascendencia que deje huella en las personas que amo y las personas que me aman. Deseo que las personas que amo encuentren ese mismo amor que tengo yo por la vida e igualmente encuentren a través de él, el camino a una sana felicidad que no se base en amar a un alguien y en función de ese alguien querer organizar su vida y medir su felicidad. La felicidad, el amor, el sentimiento de bienestar va mucho más allá que una persona, o que un fajo de billetes. La felicidad es un paquete combinado con dosis aleatorias de ingredientes que la vuelven tal. A veces más de uno que de otro, pero siempre con la capacidad de encantarnos, sólo tenemos que aprender a ver con el corazón bien atento, sin dejarnos distraer por los elementos negativos que también abundan, pero que sabemos sólo meten ruido a nuestro propósito de vivir llenos de amor, que a eso venimos.

No nos tomemos la vida en shots, la vida es un regalo maravilloso que se debe tomar de a poco, disfrutando cada trago, paladeando el buqué, separando cada sabor. Señores, les deseo que su vida sea de excelente cosecha.

Perfil de Amor.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Un día como muchos, nada que destacar.

Hoy es un día de esos en los que no tengo nada que contar, y por lo mismo, creo que es digno de ser descrito, porque muchos de mis días son así.

No es sencillo agradecer las bondades de la vida cuando está uno tratando de despegar los párpados y luchando por enderezar la columna para saltar de la cama, sin embargo, llevo ya algunos años acostumbrado a hacerlo. Gracias por la vida, por el bienestar de mi gente y por la oportunidad de lanzarme al mundo a gozar de un día más.

en el trayecto a dejar a Perfila bella adolescente a la escuela, cambié la radio de estación luego de escuchar que la conductora decía "un saludo a todos los matrimonios en crisis". Pensé que sería mejor escuchar algo del Ipod, ya no recuerdo qué, porque estoy estrenando toda mi música ya que borré mis seis mil canciones por un error hace un par de días.

Ha sido un día muy fresco, en el que como a diario, sólo tomo unas dos dosis de sol de unos veinte segundos cada una. Me he de ver muy extraño caminando con los ojos cerrados, abriendo los brazos como queriendo abrazar al cielo, pero es una de las mejores formas que encuentro para conectarme con el día y el mundo, luego de tantas horas aquí encerrado sin luz ni ventilación natural.

El comedor no entregó nada espectacular, fue nada más el requisito cumplido. Como muchos muchos días. Me alivia saber que en casa me esperan unos chiles rellenos y un par de buenos vasos de agua de frutas.

En el pasillo me encontré a la secretaria de alguien con quien busco una cita desde hace semanas y le pregunté "¿qué hay?", "nada" me contesta, "¿pero va a haber?" le reviro, y ella consulta "¿tu cita?", "sí" le aclaro, como si pudiera estarle yo pidiendo otra cosa. Ni que fuera navidad.

Me encontré con la secretaria de otra área y al igual que siempre me dice "en verdad me caes bien", y yo, como siempre también, le contesto "te lo agradezco de verdad". ¿por qué le caeré bien?... gente rara.

Este trabajo me hace desconectarme del mundo real. Luego no me creen cuando llego muy callado a la casa que es por el trabajo, y es que la verdad, siento que a lo largo del día me voy desconectando de lo que pasa afuera y tardo un rato en sintonizarme con lo que "se vive" en la ciudad y el hogar. A veces me duermo antes de que suceda.

Recuerdo mis años de jóven adolescente, cuando un día perfecto era cuando conocía a una niña bonita, o cuando no había escuela, o cuando salíamos de vacaciones. Ahora pasa algo curioso, porque, aunque por un lado, ya no tengo esa bendita inocencia y falta de malicia que me permitía vivir feliz, libre de las preocupaciones del mundo de los adultos, ahora tengo mis sentidos mucho más despiertos a las cosas más sencillas. Puedo sentirme pleno observando un buen paisaje, o viendo el mundo a través de mis hijas, bebiendo una cerveza frente al mar, escuchando una buena canción o cosas como esas.

Me queda claro que el mundo es perfecto, como igualmente perfectos llegamos todos a él. Que nos desviemos en el camino es otro tema, pero somos perfectos y venimos equipados para encajar perfectamente en este perfecto mundo.

Hoy armonizo con mi mundo y agradezco las bondades que me han sido dadas en mi transitar por esta vida.

Perfil Grato.

La primera impresión

"Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión". Hoy recordé esa frase, y también recordé a la Tía Matilde...