lunes, 22 de noviembre de 2010

Ándele, por bromista.

Hoy me duele el estómago de todo lo que alguien me contestó por un comentario que puse en cierto sitio.

La mitad del tiempo no hablo en serio, y en una de estas bromas me pusieron como camote. No hay que darle mayor importancia, pero lo que más me picó el orgullo fue que me corrigieran una palabra con otra peor.

Entre las cosas que no les deseo ni a los que algún día llegaran a ser mis enemigos (porque no tengo ninguno declarado), es que los corrija un idiota. Ser corregido por un idiota lo pone a uno, por lo menos en apariencia en la mala postura de ser todavía más idiota que el que corrige.

En fin.

La navidad viene ya dejándose caer sobre mi ciudad, empezando a invadirme poco a poquito de ese sentimiento de alegría y esperanza de que cosas mejores están por venir.

Gracias vida por todo, vamos bien.

Perfil falible.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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