martes, 14 de diciembre de 2010

Se acaba el 2010, un año interesante.

El 2010 me ha resultado un año muy interesante, que no obstante haber sido un año complicado, me ha dejado un excelente sabor de boca.
Paladeo este fin de año y me sabe a varias cosas. Me sabe a amor. Me sabe a estabilidad. Me sabe a madurez. Este último trago de 2010 me sabe a un mundo de ingredientes, una gran gama de sencillos sabores y sinsabores que en conjunto asocio con una excelente cosecha.
Cosecho el fruto de muchos años de trabajo, de muchos años de coexistencia, de años y años de pensar y de andar por ahí. No siempre sé para dónde voy, pero voy siempre con muchas ganas y con la determinación de llegar. Ya me falta menos.
Me siento bien acompañado, no muy acompañado pero sí bien acompañado. Siento que el tiempo ha ido poniendo cada cosa en su sitio, y que ahora con todo más o menos en orden puedo tomar de aquí y allá sin perder tanto tiempo buscando. El orden tiene sus ventajas.
Cuando hago mi recuento de lo bueno y malo que me deja un año siempre trato de detenerme poco en lo malo y de revolcarme en lo bueno, llenándome totalmente con ello. Esta vez he decidido no hacer un recuento, simplemente pruebo lo que tengo en mi copa y con ese buen sabor me quedo.
Los buenos deseos para todos los que quiero están aquí ahora más que nunca, porque descubro que el sentimiento de bienestar se compone de muchas cositas que casi no se notan, pero que de granito en granito pueden llenar una vida a plenitud y color.
No puedo cerrar los ojos y negar que veo cosas que no me gustan, de modo que me conformaré con tener una influencia positiva, determinante y hasta donde sea posible contagiosa con el mundito que me rodea y comparte conmigo genes, casa y sueños.
Veo el 2011 como un año de esperanza, oportunidad para seguir aprendiendo, tiempo para seguir trabajando y para seguir recolectando los frutos que comeré de llegar a viejo, así como de seguir agregando lecciones, enseñanzas y recuerdos a esa herencia intangible que les quedará a los que me siguen.
Les deseo a todos un cierre de año en familia, con mucho amor, lleno de armonía, y un 2011 que les llene de felicidad, realización, éxito, plenitud y que les haga sentir tan bien como me siento yo hoy.

¡Salud!

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Fin del año 2010, fin de Perfil Bajo 2010.

Hoy es viernes.
Hoy termina la penúltima semana laboral del año.
Con este año se termina también la pimera década del siglo XXI
Mañana y pasado tengo fiestas grandotas, con familias felices, organizadas por importantes motivos... qué bonito.

Este fin de año creo que nomás asistiré a una posada, ya que me he sentido muy poco amigo y sin mucho ánimo de festejar al niño de la forma más tradicional y pagana.

Quiero pensar que este fin de año marcará tambien para mí, el término de ciertas cosas, de ciertas actitudes, y que de la misma forma pintará la línea de inicio para otras nuevas, renovadas, más limpias, más nobles.

Este año que se me está acabando me marcó mucho por dentro. No sé ni bien explicar cómo ni por qué, pero aunque desde hace años me doy cuenta que voy cambiando, siento que este año está siendo fundamental en estos cambios.

Es tiempo de ponerse serio, es tiempo de empezar a poner mucha atención en acciones y decisiones que otras veces he tomado a la ligera. Es tiempo de cuidar mucho lo que digo. Es tiempo de pensar mucho, mucho más. Es tiempo también de escuchar. No puedo andar por la vida disfrutando nada más el sonido de mi voz y regodeándome en los bonitos conceptos que a veces tengo de mí. Quiero escuchar, quiero mirar con otros ojos y llenarme de lo que tengo alrededor. Es tiempo de cuidarme más, porque aunque hasta ahora parezco ser de hule, no puedo seguir confiado de que así sea. He visto como muchas personas se acaban casi frente a mis ojos, y aunque es un proceso muy natural, no deja de sorprender lo rápido de avanza. Yo me siento "casi" igual, me duelen más las rodillas, me duele más la espalda, me rinde menos la noche, me llena más la comida, me antoja menos la cheve, me cala más el frío, me cubre menos el pelo... pero eso si, sigo estando bien pinche guapo.

Físicamente eso me noto, aunque seguro hay más. Pero emocionalmente también veo y siento cambios, por mencionar algunos, me despierto muy positivo por las mañanas, tolero mucho mejor las cosas que me molestan, hablo menos, pero cuando hablo trato de decir más, participo menos en las polémicas porque le he perdido el gusto a discutir, disfrutando mucho más ahora el siemple hecho de compartir.

Me siento muy orgulloso de mi trabajo como padre hasta ahora. Sé que no he sido el mejor, pero espero estar criando a dos seres humanos únicos, adorables, inteligentes, empáticos, racionales, altruistas, solidarios, amorosos, honestos, sinceros, determinados. Mexicanas ejemplares, exitosas, felices, a las que espero Dios les dé la dicha de gozar una larga vida y, si es su deseo, formar una familia. Ni hablar de que son bellísimas y el mundo gira alrededor de ellas. Son el sol.

Sé también que como persona me falta, y a estas alturas ya me faltó por el resto de mi vida, mucho para ser todo lo que idealizo. Sé que tengo una gran colección de defectos que ya de plano no se corrigieron, pero ya aprendí a aceptarme como la persona imperfecta que soy sin frustrarme.

Entiendo que todos llegamos a este mundo con una mano adelante y otra atrás, y que a cada quién nos son otorgadas "herramientas" con las que habremos de forjar nuestra vida. Las herramientas que a mí me fueron dadas no son de las que más ayudan para proyectar lo que muchos conceptualizamos como éxito, pero siento que sí me fueron dadas las herramientas que llevamos dentro para alcanzar ese otro tipo de éxito que no se vé. El éxito de sentirse pleno y en paz con uno mismo. El éxito de saber que se hacen o por lo menos se intenta hacer las cosas bien, el éxito de alcanzar la felicidad con lo que se tiene y no vivir esperando a que llegue lo que hubiera querido tener. Estoy cierto de que todavía hay cosas por venir, pero no pienso vivir esperando. Tengo lo que tengo, y sólo con eso puedo hacer mis planes.

En el apartado de los reproches y los errores cometidos tengo muchas cosas que no me he podido perdonar. Tengo mi lista de culpas grabada en piedra y espero que Dios sí me perdone porque yo nomás no he podido.

Todo lo que comento forma parte de lo que soy: Un tipo animado por un puño de consejos, costumbres, defectos, intenciones, actitudes, recuerdos y planes.

Este soy al término de este año. No mejor y tampoco peor, sólo evolucionado. Distinto. Recargado, JA!!!

¿Tú quién eres?

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Ándele, por bromista.

Hoy me duele el estómago de todo lo que alguien me contestó por un comentario que puse en cierto sitio.

La mitad del tiempo no hablo en serio, y en una de estas bromas me pusieron como camote. No hay que darle mayor importancia, pero lo que más me picó el orgullo fue que me corrigieran una palabra con otra peor.

Entre las cosas que no les deseo ni a los que algún día llegaran a ser mis enemigos (porque no tengo ninguno declarado), es que los corrija un idiota. Ser corregido por un idiota lo pone a uno, por lo menos en apariencia en la mala postura de ser todavía más idiota que el que corrige.

En fin.

La navidad viene ya dejándose caer sobre mi ciudad, empezando a invadirme poco a poquito de ese sentimiento de alegría y esperanza de que cosas mejores están por venir.

Gracias vida por todo, vamos bien.

Perfil falible.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

No tenemos un chef consentidor.

Creo que ya he comentado alguna de mis pesadillas gastronómicas en el comedor institucional.

Siguen sucediendo, no porque no las cuente no las vivo. Pero por lo menos contamos con un canal de comentarios para el chef, en donde le dejan mensajes desde "que ricos los tacos" hasta "quiero dieta con nutriólogo".

En un arranque de optimismo hoy le pedí comida en la oficina y una cocinera que me haga piojito mientras como. No espero que mi petición tenga eco, pero quería agregarme al grupo de inconformes que queremos más.

Salud!

Perfil Culinario.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿¿mi blog ya cumplió un año??

¿Cómo pasó esto?

Apenas em doy cuenta que hace tres días mi blog cumplió un año, y a un año de haberlo empezado sin gran cosa en mente me doy cuenta de varias cosas:

Muchos más post positivos que negativos.
Muy pocas visitas.
Menos comentarios.

Pero ¿qué pienso de este asunto en este momento? La verdad es que me ha servido mucho para liberar esos sentimientos que traigo luego atorados y no puedo o no quiero contarle a nadie cara a cara. Muchas veces leo lo que escribí tiempo atrás y la verdad me divierto y hasta me desconozco por las cosas que escribo.

No sé por cuánto tiempo seguiré agregandole hojas virtuales a mi blog, pero el día que pase un mes sin darme una vuelta y tener algo que conatarme, pasará a mejor vida por haber cumplido su propósito, que no es otro que el de servirme de interfase para convivir y platicar conmigo mismo.

Saludos amigo Perfil Bajo, de tu amigo que te estima.

Perfil Bajo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ah, el amor, esa cosa esplendorosa.

Sentado aquí, disfrutando de una deliciosa taza de café, escuchando música de Simply Red, me pregunto cuál será la concepción correcta del amor. Ese amor que todos buscamos, que resulta tan ecurridizo y a veces nunca se encuentra en realidad.

Cuál será el amor que realmente se disfruta? el que damos o el que recibimos?, Yo creo tener ambos, sin embargo creo que la sensación que más feliz me hace es la de la armonía.

Creo que se puede querer mucho, pero si junto con ese amor no viene todo el resto del paquete, y logra darnos ese sentido de plenitud, no pasará uno de sentirse como el Jorobado de Notredame, a punto de reventar de tanto amar, pero muy infeliz porque lo único que tiene en su jodida vida es un chingo de amor.

El amor a y de los demás es muy rico, pero justo hoy siento que el mejor amor, el que mejor administra la serotonina y la otra "ina" que no me acuerdo, es el amor por la vida.

Hoy amo la vida tal como es, tal como me trata. Soy uno más en este millonal de gentes, pero soy uno más muy feliz, muy enamorado de la vida y con muchas ganas de trascender, no una trascendencia de premio nóbel, pero sí una trascendencia que deje huella en las personas que amo y las personas que me aman. Deseo que las personas que amo encuentren ese mismo amor que tengo yo por la vida e igualmente encuentren a través de él, el camino a una sana felicidad que no se base en amar a un alguien y en función de ese alguien querer organizar su vida y medir su felicidad. La felicidad, el amor, el sentimiento de bienestar va mucho más allá que una persona, o que un fajo de billetes. La felicidad es un paquete combinado con dosis aleatorias de ingredientes que la vuelven tal. A veces más de uno que de otro, pero siempre con la capacidad de encantarnos, sólo tenemos que aprender a ver con el corazón bien atento, sin dejarnos distraer por los elementos negativos que también abundan, pero que sabemos sólo meten ruido a nuestro propósito de vivir llenos de amor, que a eso venimos.

No nos tomemos la vida en shots, la vida es un regalo maravilloso que se debe tomar de a poco, disfrutando cada trago, paladeando el buqué, separando cada sabor. Señores, les deseo que su vida sea de excelente cosecha.

Perfil de Amor.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Un día como muchos, nada que destacar.

Hoy es un día de esos en los que no tengo nada que contar, y por lo mismo, creo que es digno de ser descrito, porque muchos de mis días son así.

No es sencillo agradecer las bondades de la vida cuando está uno tratando de despegar los párpados y luchando por enderezar la columna para saltar de la cama, sin embargo, llevo ya algunos años acostumbrado a hacerlo. Gracias por la vida, por el bienestar de mi gente y por la oportunidad de lanzarme al mundo a gozar de un día más.

en el trayecto a dejar a Perfila bella adolescente a la escuela, cambié la radio de estación luego de escuchar que la conductora decía "un saludo a todos los matrimonios en crisis". Pensé que sería mejor escuchar algo del Ipod, ya no recuerdo qué, porque estoy estrenando toda mi música ya que borré mis seis mil canciones por un error hace un par de días.

Ha sido un día muy fresco, en el que como a diario, sólo tomo unas dos dosis de sol de unos veinte segundos cada una. Me he de ver muy extraño caminando con los ojos cerrados, abriendo los brazos como queriendo abrazar al cielo, pero es una de las mejores formas que encuentro para conectarme con el día y el mundo, luego de tantas horas aquí encerrado sin luz ni ventilación natural.

El comedor no entregó nada espectacular, fue nada más el requisito cumplido. Como muchos muchos días. Me alivia saber que en casa me esperan unos chiles rellenos y un par de buenos vasos de agua de frutas.

En el pasillo me encontré a la secretaria de alguien con quien busco una cita desde hace semanas y le pregunté "¿qué hay?", "nada" me contesta, "¿pero va a haber?" le reviro, y ella consulta "¿tu cita?", "sí" le aclaro, como si pudiera estarle yo pidiendo otra cosa. Ni que fuera navidad.

Me encontré con la secretaria de otra área y al igual que siempre me dice "en verdad me caes bien", y yo, como siempre también, le contesto "te lo agradezco de verdad". ¿por qué le caeré bien?... gente rara.

Este trabajo me hace desconectarme del mundo real. Luego no me creen cuando llego muy callado a la casa que es por el trabajo, y es que la verdad, siento que a lo largo del día me voy desconectando de lo que pasa afuera y tardo un rato en sintonizarme con lo que "se vive" en la ciudad y el hogar. A veces me duermo antes de que suceda.

Recuerdo mis años de jóven adolescente, cuando un día perfecto era cuando conocía a una niña bonita, o cuando no había escuela, o cuando salíamos de vacaciones. Ahora pasa algo curioso, porque, aunque por un lado, ya no tengo esa bendita inocencia y falta de malicia que me permitía vivir feliz, libre de las preocupaciones del mundo de los adultos, ahora tengo mis sentidos mucho más despiertos a las cosas más sencillas. Puedo sentirme pleno observando un buen paisaje, o viendo el mundo a través de mis hijas, bebiendo una cerveza frente al mar, escuchando una buena canción o cosas como esas.

Me queda claro que el mundo es perfecto, como igualmente perfectos llegamos todos a él. Que nos desviemos en el camino es otro tema, pero somos perfectos y venimos equipados para encajar perfectamente en este perfecto mundo.

Hoy armonizo con mi mundo y agradezco las bondades que me han sido dadas en mi transitar por esta vida.

Perfil Grato.

martes, 26 de octubre de 2010

Un día en la vida de Perfil Bajo: Excursión al Volcán Comepueblos.



Después de algunos estira y afloja que siempre acompañan a mis decisiones, decidí agregarme a una ruta jeepera al Volcán Come Pueblos, el objetivo: subir al Volcán Comepueblos. Ningún otro, aunque debo decir que de paso disfruté de hermosos paisajes de bosque y montaña como creo que nunca había visto.

La verdad Arbolandia me sorprendió con su exuberancia y su belleza, es increíble que teniéndolo tan cerca nunca hubiera hecho ni el menor esfuerzo por conocerlo.

Pero bueno, entrando en materia de lo que a mí me gusta contar, les describo a los personajes que participamos en esta aventura:

Perfil Bonachón, quien fue el promotor y principar financiador del paseo.

Perfil filial, hermano de Perfil Bonachón, que no pintó mucho porque casi no habla.

Perfil mundoalterno, que prácticamente nomás despertó para comer o beber.

Perfil sencisho, Argentino radicado en Utopilandia desde hace un par de años.

Y su servidor Perfil Bajo, que la verdad no tiene nada de jeepero, ni de ranchero, ni de espartano pero le encanta participar en este tipo de paseos.


Es sábado y me levanté muy temprano para reportarme con mi característica puntualidad inglesa al lugar de la cita, cosa que hice con mi precisión característica, apareciendo en el horizonte cuando el segundero toca las doce.

Ya me esperaban dos perfiles, así que descargué mis implementos de explorador:

1 tienda de campaña minúscula,
1 mochila con un poco de ropa, talco, desodorante, cepillo dental, etc.
1 atado de bolsa de dormir y cobertor extra,
y mi sombrero especialmente reservado para estas expediciones, que me pone al borde de la ridiculez cada que lo uso, ya que no tiene una circunferencia regular, sino que más bien parece que traigo un pretzel en la cabeza.

Consideré llevar suficiente de casi todo, aunque estuve tentado a regresar por un cobertor extra, ya que si algo me cuesta trabajo soportar es el frío.

Tomamos rumbo a recoger a los dos perfiles faltantes y de ahí al segundo punto de reunión.

En este segundo punto, ya nos esperaban algunos jeeperos, y pronto me hice de un cafetito y listo.

Tradicionales a la puntualidad jeepera salimos como una hora tarde a carretera, en donde para completar el cuadro, comprobé que el jeep se mueve muy bien en la brecha (como pez en el agua), pero pésimamente en el asfalto (como pez en la tierra).

Ahí se empezó a dar a notar nuestro guía, a quien percibí como un tipo con muy buenas intenciones pésimamente traducidas al plano real, ya que se la pasó dando órdenes, perdiendo la caravana por cuanto recoveco pudo y deambulando sin rumbo en cada una de las sincuenta paradas que hicimos. Me cuesta entender por qué nos perdimos tanto siendo que traíamos nuestros navegadores satelitales que son a prueba de mensos. Como ya íbamos un par de horas tarde y fue evidente que el liderazgo de la caravana era una porquería, en algún momento nombré a este singular personaje "nuestro pendejo". Todos necesitamos uno para echarle la culpa y sin duda habría que dar explicaciones a los cuarenta jeeperos que nos esperaban en Ciudad Callecitas

Para retrasar aun mas al contingente, al ir pasando por Casas Gachas un retén policiaco se nos quedó mirando como tratando de asimilar tanto carro feo junto, con tanta gente fea encima. Pareció no engancharse, así que proseguimos el trayecto, pero a los metros nos salieron como de la nada tres representantes de la ley que para pronto bajaron de su patrulla y nos encañonaron con sus mosquetones de fierro y palo, que casi podría jurar les queda el puro palo. Se acerca el que alguien me dijo sería el jefe, aunque para ser honestos yo pensé que era el abuelito, porque se veía ya como jubilado dos veces... pero bueno, se acercó y preguntó a nuestro pendejo sobre la razón de nuestro viaje, ya entre ellos estuvieron tratando y luego de vernos a todos y anotar algunas matrículas nos dejaron continuar. No me queda muy claro por qué nos pararían, ya que aunque era un convoy de nueve autos, la verdad quedaba muy claro qué tipo de gente éramos. La mafia no se traslada en jeeps a un metro del suelo a donde uno no se puede ni subir, con cráneos con lucecitas rojas en las cuencas de los ojos acomodados en las ruedas de repuesto, cajuelas llenas de sandwiches y sombreros ridículos. Viéndonos de lejos más bien podríamos parecer el elenco de Don Juan Tenorio o algo así.

Hicimos un mundo de horas a Ciudad Callecitas, donde nos agregamos a un enorme contingente jeepero en donde figuraban representantes de muy buena parte de mi país: Utopílandia. Asistimos gente de por lo menos cinco provincias y era divertido escuchar los distintos acentos, destacando como siempre el de los representantes de Ciudad Monstruo que decían "chingáaaa manitooo" y eran casi tantos como nosotros.

Algo que agregar al tema de la torpeza del jeep en el asfalto es que se descomponen con solo mirarlos, ya que cuando no era uno era otro el que presentaba algún achaque.

Pues salimos de nuestro tercer punto de encuentro cargados con bastante comida y una provisión de cerveza como para atender a 33 mineros durante un partido de fútbol. Perfil Filial y Perfil Mundoalterno estaban bastante preoupados por el tema de la autonomía espirituosa, así que en cuanto fue posible, aumentaron la reserva para completar lo necesario para dos partidos de fútbol.

Abastecidos y ya en caravana compacta, con líder y barredora (automóvil que recoge a los descompuestos, que curiosamente no era marca jeep) arrancamos hacia el Volcán Comepueblos.


En otro momento que coincida en esta sintonía continuo el relato...

Pues bien. ya incorporados en una gran caravana que se alargaba por kilómetros, fuimos adentrándonos en el "Parque Nacional del Pico un día sí y un día no", atravesando hermosas postales a diestra y siniestra, hasta concluir nuestra ruta en un lecho de río donde los jeeperos dieron vuelo a sus ansias de romper sus carros.

Ahí nos alcanzó la noche, y junto con ella nos alcanzó ya a todos un hambre maldita que a mí me tenía de pésimo humor. La oscuridad dificultaba mucho la caminata por el oscuro bosque ya que había muchas ramas y troncos en el suelo, muchas arañas en enredaderas tejidas de un árbol a otro y muy poca luz con que auxiliarse, ya que mi única lámpara la regalé a un paisano de El Carrizal de los Ruiz para salir por la noche. Quise hacer un video al estilo de la bruja de blair, hablando y grabando mientras caminaba por el bosque en total negrura pero me caí y ahí suspendí el rodaje y continué apretándole los botones a mi móvil al tiempo que lo pegaba al suelo para ver por dónde pisaba. Fue divertido, y más porque como otras veces ya todos gritaban "Perfil Bajooooo, Perfil Bajoooo dónde estáaaaas".

Después de algunos minutos para nosotros, que seguramente fueron horas para algunos otros nos integramos al final de la línea, para ahora sí dirigirnos al lugar de la acampada, a donde llegamos en la misma oscuridad a instalarnos en nuestras respectivas tiendas de campaña.

Ya teníamos toda una estrategia para hacernos del mejor lugar para las tiendas, de la mejor parrilla para nuestra cena y salimos corriendo al bajar del auto.

Perfil Sencishito tenía la comisión de encontrar una parrilla, tarea que realizó impecablemente, aunque desafortunadamente no logramos encontrarlo y no fue sino hasta que el campamento estaba totalmente armado y el fuego encendido que nos enteramos que se estaba muriendo de hipotermia en el otro extremo del parque cuidando una parrilla y espantando enamorados ansiosos de apagar su sed de amor en un rincón oscuro.

Perfil Bonachón, fiel a su forma de ser, empezó a preparar el fuego, coordinó las tareas de armado de tiendas y pensó las mejores técnicas de improvisación para suplir una parrilla, generar luz, calentar agua, etc.

Yo armé mi tienda en treinta segundos, los primeros veinte para sacarla de la bolsita, los últimos diez para dejarla caer en el pasto. Es una de las grandes virtudes de una tiendita pequeñita. Ya adentro comprobé que aunque es muy pequeña por fuera es bastante amplia por dentro. Es curioso, no se cómo podría ser eso. A partir de ese momento dí en llamarle el Castillo Rosnovski, en honor a Wladek Koskiewicz, rebautizado como Abel Rosnovski cuando el Barón del mismo nombre le heredó su castillo y fortuna. ¡Qué bonito mi castillo!

Ya en el interior de mi loft de 1.40 x 1.40 m. me dispuse a acomodar mis pertrechos, me dio gusto que hasta lugar me sobró, con la gran ventaja de que entonces podría dormir adentro.

Salí a la parrilla para ver que las quesadillas, cortes finos y salchichas chisporroteaban alegremente, mientras que Perfil Senisho y Perfil Mundoalterno rebotaban también alegremente debido a su agente hidratante.

Comimos como gente grande (yo como Barón), y luego de eso dimos por concluido el día.

Hubo algunas negociaciones para repartir los espacios para dormir, mismas en las que yo no participé porque el acceso a mi castillo se restringe a los plebeyos.

Luego de analizar la situación de los ronquidos y los parentescos (que la verdad el segundo era el criterio lógico para decidir), Sencisho durmió con Mundoalterno. Toda la noche fue un concierto de ronquidos que resonaban a lo largo del campamento incluso más fuerte que cualquier coyote.

Ya instalado en la fortaleza, me di cuenta de que sólo cabía acostado en diagonal, loq ue para mí es un problema porque soy un obsesionado de la simetría, con todo y eso, dormir en angulo recto a alguna pared no fue opción. Me puse todos mis suéteres, me metí en la bolsa de dormir y me tapé encima con un cobertor. Si me tapaba la cabeza se me destapaban los pies y viceversa, escogí tapar los pies, pero a la hora de por fin querer dormir me quedaba la cabeza colgada como de pajarito muerto... no llevé almohada. Me puse la mochila como tal y quedaba medio sentado, me puse un zapato y olia a rayos, de modo que tuve que quitarme un suéter y hacerlo bolita. Ya con eso pude dormir un rato, hasta que empecé a sentir un frío mortal, y es que como mis pies tocaban la pared del castillo por ahí empezó a meterse todo el sereno, que fue luego absorbido por toda mi bolsa de dormir. Qué bien, excelentes propiedades absorbentes de mi bolsa de dormir.



Mañana podré ver las ruinas de Templo Comido y subiré al Volcán Comepueblos, soy el rey del mundo... oigo el ladrido de los coyotes, ¿los coyotes ladran? no sé, podrían ser aullidos... oigo un monstruo, alguien gruñe, no lo sé, creo que Mundoalterno ronca ¿quién podría saberlo? ¿todos tendrán tanto frío como yo? yo no soy espartano, soy comodino, los nobles somos comodinos. Malditos coyotes... mi castillo... buenas noches.


Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

lunes, 18 de octubre de 2010

De traseros y otras cosas

Después de escuchar a mi compañero Parfil Blanquiazul comentar por enésima ocasión que "cómo hay viejas buenas aquí" decidí abordar el tema de los traseros aunque sea de forma superficial, ya que aunque no ando comentando por todas partes mis pensamientos, seguramente todos y todas tenemos algo que pensar y a veces que comentar cuando observamos un trasero.

El trasero es nuestra otra cara, es la cara que siempre nos ven cuando dicen "yo a tí te conozco"... es también la cara que seguimos dando cuando según nosotros ya dimos la espalda. Habrá quien no nos mire la cara, pero el trasero no se le escapa.

Hay a quienes les gusta la abundancia, a otros más bien la redondez, hay a quienes por algún extraño fetiche les gustan un poco amorfas y esponjiformes, hay traseros en forma de corazón pero al revés, hay otros con forma de televisión, en fin, la anatomía es riquísima en variantes.

Es curioso que una parte tan vista por todos los demás sea tan poco vista por sus respectivos propietarios.

Así como en el camión, en la cuadra, en el subcomité y en cualquier parte, aquí en la oficina tengo etiquetada la variedad de traseros que tenemos en existencia.

El primero que me viene a la mente es el trasero de alguien de aquí a unos cinco escritorios que es largo pero muy estrecho. Le voy a llamar la trasero de popote. Seguido la veo agachada aquí muy cerca y nomás porque sé que la compañera está de espaldas, sino casi podría jurar que lo que estoy viendo es una rodilla. Pobre.

Hay por ahí otro trasero que veo pasar y no dejo de sorprenderme de como el propietario puede con todo. Es enorme y apenas cabría en unas tres butacas de cine. Para este pobre amigo sentarse es como estacionar un vocho de reversa.

Hay una güerita que no sé como puede ir caminando sin mirar hacia atrás, sabiendo que todos absolutamente todos los hombres giran su cabeza hacia esas curvototas tan pronunciadas que Dios le dió. Para mi gusto es demasiado pero aquí en México tener demasiado es muy bien visto. Ella es mi compañera trasero de tentación.

Hay otra joven que seguido veo pasar y cuando me ha precedido en la fila del comedor he podido estudiar un poco las raras situaciones que convergen en su retaguardia.

Tiene un trasero extraño, como jalado hacia arriba desde los dos extremos. Además de que se vé que tuvo mucha suerte porque aún con esa rara descripción se ve que tiene bastante éxito entre los hombres. Ella es la trasero de pellizquito. Alguien que supongo que es su hermana, porque tiene la mismita jeta, tiene un trasero parecido pero mucho menos afortunado, lo que demuestra que cualquier cualidad llevada al extremo se convierte en defecto, porque tiene el trasero tan jalado para los dos lados que no le quedó nada enmedio. Ella es la hermana trasero de vaca.

Muy seguido admiro también a la trasero de telera, cuyas formas semejan a esos panes alargados y aplastados con los que hacen las tortas allá en el Distrito Federal.

¿Qué tal con esos que se pongan lo que se pongan se les vé la rayita?

Otra destacada es la muslos de pollo, cuyo trasero también es nota, aunque bueno, los muslos gordos y torneados que tiene se notan todavía más. Bueno, la muslos de pollo tiene un trasero con la característica de que en verdad no tiene uno idea de dónde le empiezan ni donde le terminan. Si un día le tocara yo el hombro casi puedo jurar que sentiría que le estoy pellizcando una nalga.

Ahora, la forma no lo es todo. Ejemplo de esto es la trasero alegre, que tiene la gran fortuna de tener muy bonitas formas y de trasladarse de aquí para allá haciéndolas brincar con singular alegría.

Otro factor a considerar es el efecto milagroso de los tacones, porque es un hecho comprobado que el usar tacones les duplica el trasero a las mujeres. No entiendo la explicación anatómica pero me queda claro que las mira uno un día en tacones y otro día sus chanclas de orcapollo y nada que ver. Como el día y la noche.

Ya entrado en temas de accesorios resaltadores viene el asunto de la ropa interior, que entre más pasa el tiempo se va volviendo menos interior, al grado de que ya las líneas de la ropa de abajo resaltan sobre la de arriba. Fácilmente puede uno darse cuenta (o creer que se dá cuenta) de el carácter alegre o reprimido de la portadora del calzón. Cuántas veces no me han dicho "muchas gracias, compermiso" y al darse la vuelta muestran una personalidad radicalmente opuesta (en más de un sentido) a su carita de "no mato una mosca".

Hay ropas que despiertan muchas fantasías y hasta piensa uno, "esta ha de ser ninfómana" o casi casi puede uno visualizarla con su atuendo de piel y estoperoles complementado con un látigo y antifaz de gatúbela, pero, en contraparte he visto (o imaginado ver) calzones capaces de enfriar una olla de pozole con solo sospecharlos. Esos son como le digo a Perfila Sabrosa, los "passion killer", a los cuales no hay pasión que sobreviva...


pero bueno, retomemos, por ahi seguido observo también a la del trasero tímido, que aunque sabe uno que está ahí, la verdad muy pocas veces se da a notar. Es algo así como los autos japoneses, que podrán ser muy buenos, pero la verdad pecan de discretos en su diseño y el resultado es que casi no se antojan.

Justo hace unos minutos observé por ahí pasar a la que tengo etiquetada como la trasero de asas de taza, porque justo abajo de la cintura le empiezan unas chaparreras que parece de esos jarrones con dos orejotas para sujetarlos. Digo, no es fea, pero esas formas no le ayudan.

No suelo fijarme en la retaguardia de los hombres, pero por mencionar a alguno, tengo a mi amable compañero "trasero del hijo ausente", que póngase el pantalón que se ponga, queda claro que Dios le dió estatura y carácter, pero nomás nadita en que sentarse.

¿Qué tal con esas personas que casi nomás las conocemos por el trasero? ¿Quién sería Jennifer López si no tuviera esas nalgotas? ¿y Kim Kardashian? ¿o Lyn May? digo, hay de todo...

Y bueno, para no abundar tanto ya en estos temas que vemos a diario pero nomás no comentamos, menciono a mis últimos dos: la chaparrita trasero de "Padre Santísimo gracias por este gran favor" que la verdad se ponga lo que se ponga se ve maravillosa, y mi trasero, que la verdad cada vez está menos de presumir. Podría decir que mi trasero combina perfectamente con los asientos de mi carro, Dios los hizo y ellos se juntaron, algo viejos, algo ruidosos y bien aplastados.

Qué le vamos a hacer.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

sábado, 9 de octubre de 2010

alto a un lado del camino, que algo viene fallando.

No me gusta escribir sobre mis malos ratos, pero hago el ejercicio porque me ayuda a superar mis fobias.

Llevo ya varios días algo triste por circunstancias que se han venido acumulando desde hace ya meses y que siento están haciendo crisis todas juntas, haciéndome sentir como el tipo más difícil e insociable sobre la tierra.

No voy a entrar en detalles sobre las situaciones, pero si en el análisis de por qué me estará pasando lo que me pasa.

En mi trabajo siempre me he caracterizado por ser una persona que tiene relaciones laborales fluidas, sin problemas, sin malos entendidos y en general el tiempo en el trabajo va de lo mejor. En lo familiar, siempre me he considerado una persona que no participa de los problemas y malos entendidos que en toda familia suelen tener lugar de vez en cuando. En mi matrimonio, siempre he llevado una relación muy cordial y bien avenida con Perfila Sabrosa y con mis hermosas perfilitas.

Siendo que yo me percibo y autodescribo como todo lo antes dicho, me sorprende mucho encontrarme ahora con todos mis ambientes tan descompuestos. Cómo llegué a esta etapa de conflicto general que ahora vivo? Siento que me he convertido en alguien con la premisa de la inconformidad, del caer gordo sin importar a quién, y siento que incluso he perdido mi gracia.

Me conozco y sé que son pequeños bajones que tengo de vez en cuando, lo que nunca me había pasado es convertirme en el malo de la película en todos lados al mismo tiempo.

Puede alguien bien intencionado y respetuoso del prójimo simplemente switchearse de encendido a apagado en unas semanas?

Será que no soy más ese buen samaritano que creo que algún día fui o simplemente se me acabó el optimismo y dejé de imaginar que lo era?

Siento que últimamente estoy amargo y que mi relación con todos tiene muy mal sabor.

Cómo demonios le pone uno pausa a esto para componer el alma? Tiene el alma arreglo o se rompió otra cosa? estoy cambiando yo o sólo mi forma de ver mi mundo?

Espero escribir pronto con otros lentes, con otra óptica y con mejores historias, porque todas las que recuerdo ahora acaban un poco mal.

Soy Perfil Bajo y hoy no se vende nada.

martes, 28 de septiembre de 2010

Qué bonito baresito

Justo ahora que revisaba el escaso tráfico en mi blog, recordé esta que a continuación les cuento:

Hace más o menos una década era yo visitante asiduo de Puerto Plácido, ya que mi trabajo me obligaba a ir periódicamente a "supervisar" que las cosas fluyeran armoniosamente en cierta escuela.

Recuerdo también que la obligatoriedad de las visitas no me molestaba en lo absoluto, y que la periodicidad de las vueltas nunca era lo sificientemente frecuente.

Las visitas eran de fin de semana, siendo el sábado el día obligado, aunque me desocupaba temprano y solía quedarme hasta el domingo para poder disfrutar un poquito más de las bondades del Puerto.

Por alguna razón que no entiendo, en el medio que me desempeño hay mucha gente muy culta, con muchos estudios, pero también con gran afición a la bohemia y las bebidas espirituosas. Siendo estos dos temas los que siempre guiaban la agenda al término de la jornada laboral.

Recuerdo en particular dos episodios en los que por lo menos uno de mis colegaas dió alguna nota curiosa.

Un día ya tarde estábamos parados afuera de un baresito que más bien era una cantina en donde nos trataban muy bien porque conocían muy bien a el colega que había propuesto el lugar. Recuerdo que estaba junto a un antro gay muy famoso, y justo afuera estábamos (sin intenciones de entrar) cuando se me perdió Perfil Filósofo Universitario (aquí todos somos académicos hasta que se demuestre lo contrario), pregunté por él y alguien más señaló al suelo, en donde, dentro de una maceta enorme estaba el maestro moviendo pies y manos cual cucaracha panza arriba haciendo un vano esfuerzo por levantarse. Al ver la escena se acercó otro borracho que pasaba y nos dice "yo lo hic! tumbé con la mirada hic!", dos de nosotros, preocupados por el fiestón de claudio, lo levantamos, ya vertical, seguimos con nuestra discusión de a dónde ir, y cuando tocó el turno de Perfil Filósofo de nuevo no estaba, pero ya sabíamos donde buscarlo. Lo levantamos y llevamos a su hotel, de donde huyó sin avisar con rumbo a la central de autobuses.

Recuerdo que ese día Filósofo no llegó a cumplir su cometido de ese fin de semana y abandonó Puerto Plácido antes de presentarse a trabajar. Salud por eso!!

En otra de esas visitas me acompañaba un maestro ya entrado en años que una de dos, o se tomaba su loción y traía aliento a loción todo el día, o usaba brandi para perfumarse, porque siempre olía igual cuando se iba a dormir después de una guarapeta y cuando salía de bañarse fresco como lechuga.

Cenábamos un día en famoso lugar de comida cubana, cuando entre mojito y mojito me dice una compañera, "oye, llévate al maestro porque me está diciendo cosas", y yo, siempre caballero, decidí liberar a la dama de su suplicio. Apuré el mojo y solté la frase "voy a seguirle a otro lado, ¿quién me acompaña?", y el maestro, pese a estar ya entrado en el invierno de su vida, fue el único entusiasta que se puso de pié y se agregó al contingente, que por acuerdo previo era sólo de dos.

Salimos, caminamos un par de cuadras, y entramos en un bar de spring breakers con mucha historia y muchos ebrios, que ahora no es mas que eso, y pedimos un par de cervezas. Sin más preámbulo le digo "voy a buscar alguien con quien bailar" y acto seguido salí por la puerta del bar y regresé a continuar con los mojitos con Perfila Curvilínea, Perfila Viva la Fiesta y Perfila Académica Destacada. Luego de sentarme me preguntan ¿cómo le hiciste? y ya les expliqué, que lo llevé a un bar y le dije que iba a bailar y lo abandoné. Ellas se quedaron muy preocupadas por mi actuar tan desconsiderado, pero en ningún momento me pidieron que fuera por él.

Pasó la noche en tranquilidad, caminamos un poco por el pueblo y nos fuimos a dormir. Pensé que al llegar encontraría al Maestro Perfil Otoñal y Volátil muy molesto y crudo, pero su cama estaba tendida y sin rastro de su llegada.

Sin preocuparme más que por preparar un buen pretexto me dormí. Ya al despertar escuché desde el baño la canción que solía cantar en el momento de la ducha y salió muy redondo y bien fajado en su toalla saludándome con su cotidiana frase "había una vez... truz!!".

Estaba yo preparando mi speech, cuando el toma la palabra y me dice "oye, ayer dónde andabas que me fuí a un baresito muy bonito a bailar. Conocí a una muchacha con la que bailé toda la noche, bailamos en las mesas y ya no supe ni cómo ni a qué horas llegué".

Sepa Dios cómo habrá estado la aventura de Perfil Otoñal y Volátil, pero espero que no la halla visto tan bonita nomás por el lente con el que miraba las cosas ese día a esa hora. Lo bueno es que se divirtió y hasta encontró con quien bailar, porque con Perfila Curvilínea su gestión nomás no iba a prosperar.

Dios sabe por qué pasan las cosas. Cómo pasé momentos divertidos y de buena plática con ese maestro.

Maestro!!!

Perfil Académico.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Bendito insomnio

Hace un par de días me preparé de todo a todo para dormir plácidamente. Toda la rutina se realizó a conciencia y terminé acostado boca abajo, tapado con la sábana hasta la cabeza y haciendo una curvita graciosa para taparme también los ojos pero dejando fuera la nariz y la boca. La almohada sobre la cabeza y agarrada por la esquinita para que no se me suelte, celular a la derecha, control remoto a la izquierda... todo perfecto, a dormir.

Pero a tienen que cuando hice click al cerebro para desconectarlo, en lugar de poner mi mente en blanco la puso de todos los colores, empezando a fluir recuerdos a diestra y siniestra de forma tal que no podía ni tratar de ordenarlos.

Me acordé de mil cosas, algo parecido a la cinta en fast forward que vé uno antes de morir (no me he muerto pero ya he visto la cinta algunas veces), pero casi todos los recuerdos se ubicaban en la adolescencia.

Fue curioso pero como dice por ahí un chiste de mal gusto "no le podía cortar la hebrita" y así estuve horas dedicado a recordar.

Hice inventario de carros, de frases para el frasario, de mujeres que me dijeron que no, de feas que me han querido, de golpes que me he dado en la cabeza, de amigos que he tenido, de amigos que conservo, de cosas de las que debería arrepentirme, de cosas que no debo olvidar jamás, de los mejores traseros del cine de todos los tiempos, de las viejitas que he ayudado a cruzar la calle, de ocasiones en que me he caído, de las ocasiones en que me he levantado, de cosas que debí hacer mejor y muchas otras tarugadas como por ejemplo:

La vez que me caí de la bicicleta enfrente de la niña que me gustaba, todo por lucirme y levantar la rueda delantera. Fue ahí cuando constaté que no apreté bien las tuercas la última vez que le quité la llanta. De la mano con eso, recordé mi reloj casio de calculadora, que en ese momento se rompió y no volvió a ser el mismo.

Me acordé la vez que por cinco minutos se me fue el camión, no traía más de cinco pesos y tuve que caminar como cuatro horas por todo Guadalajara durante la madrugada. También me acuerdo que tenía mucho miedo de que me asaltaran. No sé de qué me preocupadba si no tenía ni pa' el pinche camión.

Me acordé de que en la Casa de la Cultura de Ensenada ponía corazones con mi nombre y la niña que me gustaba, pero siempre ponía que ella me amaba a mí y no yo a ella. Nunca me reclamó pero tampoco me hizo caso. Recuerdo también que estaba muy llena de acné, y que mis amigos y yo jurábamos que estaba así porque tenía muchas relaciones sexuales.

Me acordé cuando una compañera de la secu se brincó la reja de la escuela para irnos a la playa, y que tuvo el mal tino de brincar antes de que su falta librara los barrotes. La recuerdo perfectamente colgada del vestido con sus calzones azules gritando para que la bajáramos. Cynthia López.

Me acordé de la viejita holandesa a quien asesoré sobre en qué estación del tren bajar, ya que iba sola y nunca había viajado en trenes de alta velocidad. Yo también iba solo y tampoco había viajado nunca en trenes de alta velocidad. Tengo su cara grabada en piedra cuando volteó a verme desde el andén, a través del ventanal del vagón, luego de que observó el nombre de la estación y las puertas del tren se hubieron cerrado. Fallé de ciudad por unos 200 kilómetros.

Recordé las dos veces que estuve a punto de ahogarme: una cuando mi amiga Gaby Gómez (que recordé también que vivía en una casa que decía "aquí viven los Gómez", a lo que mi mamá agregó un día que pasamos por ahí, "mira nomás que pobres los Gómez", sin saber que era la casa de esta amiga que la verdad si estaba re pobre)me aventó a una alberca, luego de que me preguntó si sabía nadar y yo le había contestado que no. Luego de eso, recuerdo claramente escuchar los diálogos a través del agua "¿por qué lo aventaste? no sabe nadar, ¿deveras no sabe?" y cosas así, hasta que Gaby heroicamente saltó y me rescató de la bronca en la que me metió.
La otra ocasión me estaba ahogando por tarugo nomás, porque me paré junto a una alberca y pensé me voy a aventar, ni modo que no pueda nadar. Y ándale que no pude nadar, así que entre tragos de agua y manotazos llegué al borde y salí tosiendo. En ese momento se acercó una señora que caminaba por el lugar y me preguntó si estaba bien, le dije que si. Claro que si, estaba bien, pero bien imbécil.

Me acordé de nuestros perros malteses Giro y Bonnie.

Me acordé de las calles por las que me iba a la secundaria, y además visualicé mentalmente cada cuadra desde la casa hasta la entrada de la "Migoni". Eran como veinte cuadras.

Me acordé cuando me asaltó un cholo y me pidió mi cadena de oro, y yo nomás le dije ¿por qué? y me fui.

Me acordé de la vez que en la playa de Las Bocas intenté calmar un pleito entre dos desconocidos, que nomás se voltearon a ver entre ellos y se preguntaron ¿lo conoces? no!, y entre los dos me golpearon.

Me acordé cuando el papá de Penichet me criticó por no limpiar bien mi bicicleta, y desde ahí nunca volvió a estar sucia.

Me acordé de nuestro viaje sin permiso de Guadalajara a Tijuana, nomás porque llegamos a Mazatlán y estaba nublado, y mi primo quería saludar a un amigo en Tijuana.

Me acordé del atentado que sufrió un magistrado español, el 30 de octubre del 2010, volando también un autobús de la línea 53, a la hora y el día que debí haberlo tomado por primera vez para ir a un curso, pero en lugar de eso me fui por un cheque. Luego de eso tomé esa ruta todos los días a esa misma hora durante más de un mes y podían verse los edificios sin cristales y las manchas en el suelo. El atentado fue casi a las nueve (mi hora de entrada) a dos cuadras del lugar donde iba yo. Hubo tres muertos y más de sesenta heridos, la mayoría del camión. Yo si sentí que me escapé.

La nota:

http://www.elpais.com/articulo/espana/QUEROL_LOMBARDERO/_JOSE_FRANCISCO_/MAGISTRADO_ASESINADO_POR_ETA/MEDINA_SANCHEZ/_ARMANDO_/ASESINADO_POR_ETA/ESCUDERO_GARCIA/_JESUS_/POLICIA_ASESINADO_POR_ETA/ETA/mata/Madrid/magistrado/Supremo/chofer/escolta/elpepiesp/20001031elpepinac_16/Tes

Me acordé también de la vez que fui por las tortillas en la bicicleta y una señora me abrió la puerta en plena cara. No me pude acordar lo que le dije a la señora.

Me acordé de Leonardo Orozco Serna, que me regaló tacos de pescado todos los días a medio día durante tres años.

Me acordé de la vez que se le salió el volante al carro que iba manejando y todavía me dió tiempo de volverselo a poner sin chocar.

Me acordé cuando jugué futbol por primera vez y me dieron un pelotazo en la quijada y me corté la lengua por la mitad. Muchas puntadas.

Me acordé de mi operación en salva sea la parte, que me hizo caminar como el Piporro durante meses. Me tomaba la medicina para el dolor, pero la de la inflamación se quedó en el buró.

Me acordé de mi disco de acetato de The Police ¿dónde habrá quedado?

Me acordé cuando fuimos a degustar tequila a la expo y para mayor seguridad le encomendé el carro de Alfonso a otro amigo que no sabía manejar.

Bueno, me acordé de tantas y tantas cosas que no me quedó tiempo para dormir.

Perfil Noctámbulo

lunes, 20 de septiembre de 2010

hay que saber retirarse a tiempo

En estos días festivos pasaron varias cosas. Tuve mi festejo de mis cuarenta, descansé mucho y mi tía Bertha emprendió el viaje sin regreso.

En un par de ocasiones a lo largo de los cinco días que duró este pequeño puentesillo mencioné que hay que saber retirarse a tiempo, cosa que siempre he dicho, ya que perfila sabrosa es de esas visitantes empedernidas que visita hasta que las indirectas se vuelven claridosas.

continuará...

bueno, les contaba de este asunto. Pues no sé si a mi Tía Bertha le parecería buena idea retirarse de este mundo a los 98. A mí no me pareció bien. Para mí, mi tía Bertha era la viva representación de la profesora por vocación. Era la profesora tal como los profesores deben ser. Era culta, educada, amable y muy inteligente. Voy a extrañar mucho tus "SIIIiiiIIII" y tus pláticas tan ilustrativas sobre cualquier cantidad de temas que tratamos a lo largo de esos domingos soleados entre tanto árbol y teja, donde ahora sólo hay cemento y palmeras. El jardín cambió de dueño, pero sigue siendo un espacio para la formación cultural, ya que como seguramente te habrás enterado antes de irte, nuestra antigua casa es ahora parte de una universidad.

Otro aspecto menos romántico, pero este si, ejemplo mío de lo que para mí es saber retirarse a tiempo, es aquélla vez que me bajé de la moto.

Nunca he sido bueno para manejar motocicleta y en casi todos mis contactos he tenido algún percance. Una vez agarré una de 500 centímetros (moto) y sin saber ni meterle los cambios ya iba en tercera y acelerando, cuando una señora tuvo la idea de cambiar la ruta y dar vuelta súbitamente sin señal direccional. Esa vez nomás grité "Pacoooooo" y Francisco Antonio Díaz Mariscal, que fue mi ángel guardian allá en mis años mozos salió de la nada y me levantó del suelo, enderezó la moto y todos nos fuimos felices y contentos a seguir trabajando, porque esa vez estaba probando motos cuando en realidad debía estar trabajando. Por cierto que creo que Paco se fue de mojado a EU, donde seguramente ha de seguir, y espero que le vaya muy bien porque era una excelente persona.

En otra aventura de moto que recuerdo, mi primo Jorge manejaba y yo era nomás acompañante, mi primo arrancó dando show a los vecinos y yo hice lo propio dando una maroma hacia atrás, para luego, sin caerme, colgar cabeza abajo y con las piernas hacia atrás... no es fácil explicar, tendrían que haberme visto, pero era algo más o menos así: @ mi primo pensó que me había caido. No fue sino hasta que se detuvo a mirar, que vió que seguía yo "amarrado" a la moto y sin posibilidad de bajarme. Ciertamente dimos show.

Pero bueno... la anécdota motociclística que ilustra el "saber retirarse a tiempo" fue en Ensenada B.C. en mis tiernos 12s calculo yo.

Íbamos en esa ocasión mi primo Arturo (qepd) de pasajero y un servidor al manubrio.

La moto en cuestión era una chispa carabela como de unos 40 c.c. de esas que se prendían pedaleando y no representaban mayor peligro para nadie con más de un dedo de frente, o por lo menos eso pensé yo.

Para pronto me ofrecí a mostrarle a mi primo la ciudad, ya que él nos visitaba de Perfilandia Jalisco, y la moto fue el medio de transporte elegido, ya que era mi única elección.

Abordamos la moto y con las rodillas casi arrastrando arrancamos despidiéndonos de toda la familia que nos observaban en la cochera de los departamentos donde vivía entonces la tío Perfil Rico McPato, en la calle carabelas a un par de cuadras de la unidad deportiva "Sullivan".

la primera cuadra íbamos derecho así que no hubo problemas, pero luego llegamos a una bifurcación a partir de la cuál podíamos pasar a la derecha o izquierda de la entonces casa de las gemelas Ivonne e Ivette, que luego se hicieran famosas cantando canciones infantiles, pero como ya volvieron a su anonimato original no abundo en la explicación. Teniendo entonces la opción de "izquierda ó derecha" y siendo yo siempre siempre muy democrático, le pregunté a Arturo para dónde quería ir, pero Arturo siempre tan adaptable a mis caprichos me dijo "no sé, para donde tú quieras", mientras tanto seguíamos recortando la distancia con la esquina en una situación que en este momento se me antoja muy paralela a lo del Titanic cuando se acercaba al iceberg con el que habría de chocar y hundirse.

"¿izquierda o derecha?"

"¿izquierda o derecha?"

Pues esperé a Arturo tanto como pude pero nomás no decidió, así que en el último segundo tuve que elegir yo el que sería el destino de mi vida en la próxima cuadra así que giré a la derecha, no, mejor a la izquierda, no mejor a... en ese momento la llanta, apenas más gorda que la de una bicicleta, se derrapó, perdiéndo ya el control de la moto. Hice todavía un par de intentos por salvar la situación ya que la moto no era mía, pero no había lucha. Fue entonces donde apliqué mi filosofía de retirarse a tiempo y me bajé.

Si si si. Me bajé. No frené, no nos caímos, no apagué la moto ni nada simplemente me bajé. No sé muy bien cómo fui tan hábil para bajarme de una moto que avanzaba tal vez a unos 20 km por hora, pero la cosa es que me bajé sin molestar a mi primo que iba sentado atrás de mí y por si fuera poco ni siquiera me caí, simplemente me quedé perfectamente parado a media calle, frente a la casa de las gemelas viendo como Arturo se alejaba todavía copiloteando la moto de mi tía Perfila Casi-el-Paraíso, pero sin ninguna posibilidad de alcanzar el manubrio ya que él iba atrás.

Arturo, que derrochaba estilo con su copete de James Dean y casi nunca fallaba en lo que hacía, fue a estrellarse con la banqueta de las gemelas raspándose las rodillas, triturándose el ego y quedando como si la casa frente a la que cayó lo hubiera atropellado. Ni les cuento el berrinche que hizo, ni les cuento lo mucho que me reí (de hecho me estoy riendo también ahorita) cada que lo recordaba sentado en la parte trasera de la moto agitando las manos frenéticamente al tiempo que la moto avanzaba haciendo eses por la calle carabelas.

Seguramente el capitán del Titanic me hubiera recriminado por abandonar el barco, pero luego de ver la conclusión de la aventura estoy seguro de que era el momento apropiado para retirarme. Debí avisarte que me iba a bajar Arturo, pero no inventes, que estúpidamente divertido te viste.

Nunca soy el último de las fiestas, no me gusta que los meseros me cambien el pisto a vaso desechable y siempre me retiro antes que los ánimos decaigan.

Tía Bertha, espero humildemente haber podido captar siquiera un poquito de todo lo que tenías para ofrecer, fuiste una excelente profesora hasta el último día y, desde siempre, representas una de esas ramitas muy vistosas en mi frondoso árbol genealógico. En el paraíso faltabas tú, ya se completó la familia Mendoza Uribe, que gocen de una excelente vida eterna y allá nos vemos!!

Por último, cabe aclarar que afortunadamente Arturo todavía vivió para acompañarme en mis aventuras algunos años más. Fueron años muy pero muy felices.


Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡¡¡Feliz cumpleaños a mí!!!

Es oficial.

Ayer cumplí cuarenta años, mismos que festejé en pequeño en casa de mi mamá, ya que mi familia se fue de viaje emergente por otro viaje al mas allá que no estaba agendado.

El menú:
enchiladas de pollo, arroz y frijoles con un toque picante. Arroz con leche para el postre y cerveza para el comentario.

Muy rico y memorable, porque fue mi primera comida de cuarentón.

El tío Perfil crítico me regaló unos pantalones que me gustaron mucho.

Y ya.

El día anterior ya había héchome mi festejo "con los cuates", mismo al que no fui más que yo, porque previamente les cancelé a todos ya que tendría un día muy ocupado. La fiesta transcurrió sin sobresaltos, y terminó como a media noche, cuando me acabé mis cervezas y se terminó el último de los tres documentales sobre la caída del World Trade Center de Nueva York. No encendí bengalas porque andaba en calcetines y no me pareció buena idea bajar así al jardín botánico que rodea mi apartamento.

No obstante lo sencillo de mis celebraciones me sorprende mi actitud tan positiva para convertirme en cuarentañero. Si digo que por dentro estoy con bombo y platillo no miento. No es sarcasmo, estoy realmente feliz.

Estoy superando el abrazatón de la oficina bastante bien. En no más de una hora calculo que será hora del pastel, acto para el que ya estoy preparado a ver no más de unas 8 personas, ya que cuando me invitan al pastel de alguien de aquí por los alrededores de la oficina siempre pregunto ¿quién cumple? y casi invariablemente escucho el nombre y digo ¿y ese quién es? y no voy. A veces nomás recibo mi rebanada de pastel acá en mi escritorio. A veces no.

Habiendo pues sembrado tanto amor entre mis compañeros, no me va a sorprender que nadie me acompañe a partir mi pastel. No importa.

Alguien vino hace un rato, me llamó por mi nombre y pensé "ah que caray, otro abrazo" y ya me levanto parsimoniosamente, me quito el ipod y los audífonos y me desarrugo la camisa. Mi interlocutor se queda mirando los globos en mi escritorio, el letrero de "feliz cumpleaños" que ya se despegó por la cinta adhesiva corriente que nos compra el Shopping manager, y algunas serpentinas pegadas aquí y allá en mis muebles. Con los ojos a un lado y al otro pero sin mirarme directamente me dá un par de instrucciones, se voltea y se retira dejándome con una sonrisa en la cara y los brazos como el Cristo de los Brazos Caídos de Barra de Navidad, Jalisco.

No quiero aventurarme a pensar en los motivos que tuvo para no abrazar a este bombón, pero la verdad se vió muy cómico el asunto.

Hace apenas tres días mi hija me sorprendió diciéndome que un amigo de ella pensó que yo era el hermano y no el papá. El hermano de drácula, bien podría terminar la frase.

Otra compañera me cayó muy bien un día que escuchó mi edad y comenta: treinta y nueve!!!!????, orale, te ves de cuarenta y seis!!!!!

Retomando el tema de los pantalones regalados, ya los traigo puestos y me encantan, pero sucede que se me bajan. Ya le apreté un hoyito más al cinturón y nada. Se siguen bajando. En un breve análisis en el baño pude constatar que el problema se debe a que los diseñadores siguen dejando un espacio para el trasero, cuando en realidad muy pocos traseron sobreviven hasta los cuarentas. Así como hay corte recto, corte amplio, entubado y yo qué sé, debería también haber "corte sin trasero" y tal vez ponerle al diseño unos botones para los tirantes. Me veo muy bien mis pantalones pero hay que reconocer que la única forma de que parezca yo tener algo en qué sentarme es subirme los pantalones hasta casi las axilas, cosa que acarrea otras incomodidades. Ya entrado en mejoras a los diseños de los pantalones masculinos se me ocurre que podría haber también un "corte para hombre con panza" ó "pantalón con escote pronunciado", para que podamos seguir usando nuestros pantalones a la cintura sin importar la pancita cervecera. Porque luego vé uno a los panzones bien orgullosos "yo sigo siendo cintura 34", ajá, nomás que ahora usas el pantalón a medio trasero porque si lo llegaras a la panza serías cintura 40.


Bien.


Hoy pagan, me han abrazado casi todas las mujeres bellas de esta oficina (se me están escapando dos y muchas feas a las que me les estoy escapando yo), voy a comer pastel, mañana martes es el último día laboral de la semana y en dos horas más estaré comiendo "bistec arrollado" sólo con mi alma, y sesenta personas más en el comedor institucional. Espero que el nombre del platillo no sea una forma elegante para decir que la vaca en turno tuvo una muerte trágica.

¡¡¡¡No podría estar mejor!!!!

¡¡Feliz cumpleaños a mí!!

En una nota al margen pero con mucho respeto, descanse en paz mi compadre Efraín, quien ya llevaba algún tiempo librando una batalla con la que algún día vendrá por todos nosotros.

Afectuosamente,
Perfil geriátrico.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Cómo volverlas locas

Estos día encontré un tema muy interesante para leer, del que seguramente saldré muy fortalecido para tratar con el sexo opuesto.

He leído varios títulos sobre cómo volverme más atractivo (más) para el sexo opuesto, y no porque me haga falta, sino porque era uno de los apartados de un portal de libros en línea en el que recién me registré.

Empecé por "aumente sus citas al doble" y terminé con "Cómo ser un sinvergüenza con las señoras", pasando por "lo que nosotras no decimos: cosas que los hombres deben saber" y "conviértase en un Don Juan".

Me parece muy interesante leer a esos autores que comparten con el resto del mundo su "santo grial" para encantar a las damas. Siento que anduve con mil en una semana y quedaron en mi memoria todas esas experiencias, listas para ser consultadas (y aplicadas) cuando esté platicando con alguna encantadora mujer.

Les comparto algunas de mis lecciones aprendidas:


¿Qué es la mujer?

Un poeta tendría mucho qué decir si se le diera la oportunidad con esta pregunta. También un tocólogo y, sin duda, muchos recién casados se desatarían en cánticos, inspirados por la ceguera temporal de su situación.
Pero para llegar a ser un sinvergüenza aceptable hay que rechazar los cantos de sirena y, siempre que la configuración psicológica lo permita, atenerse a la más estricta realidad. Por ejemplo, a todos nos consta que las mujeres tienen alma, pero, ¿qué puede hacer un sinvergüenza con el alma de una mujer? ¿Ponerla en una repisa y contemplarla?

o qué tal esta opción para "levantar" a una jóven en diez segundos:

Levantamiento ,10 Segundos El levantamiento de 10 segundos es una variación del Levantamiento, Hermosa Mujer. De hecho tal vez quieras practicar con el Levantamiento, Hermosa Mujer antes de tratar este.
Simplemente di “Disculpa…pero solo tenia que decirte que tu tienes una increíble hermosa energía” Espera que absorba esto y espera su respuesta y después di, “Ahora yo se que te sonará un poco directo, pero solo tengo que decirte que quiero conocerte y salir contigo, y tener un increíble tiempo contigo”
Este super rápido acercamiento directo actualmente trabaja si tu dices esto en una cómoda, honesta y sincera manera. Yo lo uso todo el tiempo. De hecho, casi todas las mujeres estarán absolutamente sorprendidas porque el acercamiento es muy directo y poderoso. Solo no parezcas un excitado bastardo ó ¡Todo te saldrá mal! Sí tu tienes éxito ó no es todo como tu le digas las cosas a ella.
De cualquier manera, si ella se abre a tu acercamiento, ¡tu debes de tener su número telefónico literalmente en solo minutos!!


ok ok ok...

en qué coinciden todos? en que debo de hacer mi voz grave y hablar despacio. Debo sonar como si hablara a través de un largo cono de papel.

Debo adularlas con todas mis mejores ideas al grado que estén convencidas de que no las merezco.

Debo usar la técnica del manazo y el cariño. Primero las bateo lejos y luego les digo que las quiero mucho.

Debo cargar con un acordeón de temas interesantes para toda ocasión.

Debo seguir al pie de la letra mi manual de imagen.

Y con esto no habrá una sola que se me resista y seré el cuarentón más magnético de la comarca.



Como cultura general creo que estuvo bien, con lo aprendido en estos días podré aleccionar bien a mis hijos sobre la mejor forma para acercarse a las mujeres y lograr llevárselas a la cama en diez segundos.

El problema es que sólo tengo hijas, y lo único que quiero enseñarles es absolutamente lo contrario a esto, así que tal vez tenga que buscar literatura dirigida a las mujeres.

Por lo pronto voy a checar la sección de esoterismo.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

Ayer murió Germán Dehesa

Nunca fui asiduo lector de sus textos, pero dándoles una hojeada siento que pudimos haber sido buenos amigos. ja!!

Él con toda su sapiencia y reconocimiento a cuestas. Yo con toda mi ignorancia y anonimato. Pero igual tengo la sensación que se se me acaba de ir alguien que pudo ser un buen amigo.

Me siento como Perfilita Canaca cuando un día se acerca llorando con su mamá. Su mamá le pregunta "¿por qué lloras?" y Perfilita contesta "es que extraño mucho a mi gatito que nunca tuve".

Don Germán, la mejor de las suertes allá en donde usted ande.


Caray.

Perfil sin líder, de los Ruiz de Nochistlán.

viernes, 20 de agosto de 2010

Memorias V, Azul profundo.

Soon...

Memorias IV El Federal.

Esta memoria es en realidad muy corta, pero fue clara prueba de que el mundo es muy pequeño.

En mis años de universitario (los primeros, porque tuve como diez), asistía mucho al departamento que rentaban el negro, chava y gangoitti, en donde solíamos compartir las tardes y las noches, y a veces fines de semana enteros.

Como buenos estudiantes (malos debería decir) no respetábamos calendario ni hora, así que no era raro estar hablando casi a gritos un martes a las 2 de la mañana. Como para mala suerte de los vecinos el departamento tenía patio interior, por ahí se colaban todos nuestros improperios al resto del edificio.

Sabíamos que el vecino de arriba era policía federal de caminos pero eso no aumento ni poquito el respeto que sentíamos por él, así que muy seguido tenía que asomarse y pedir que nos calláramos.

En algún momento salimos de viaje por algunas vacaciones y ya de regreso, como siempre sin un centavo y muy tarde, veníamos por la carretera libre y para acabarla de amolar, sin luces traseras.

Todavía algo lejos de llegar se encienden una torretas detrás de nosotros, acompañadas de la indicación de detenernos. Ya muy compungidos nos bajamos del carro al igual que el oficial, quien al ir apenas terminando su regaño por la falta de luces empezó a poner los ojos muy grandes, al tiempo que nosotros a coro lo saludábamos ¡¡¡¡vecinoooo!!!!

Pobre tipo, todavía después de que no lo dejábamos dormir, nos encontró faltando a la ley, y aun con todo, se ofreció a escoltarnos hasta la ciudad para que no nos fuera a pasar algo.

El mundo es muy pequeño, pero cabe en él mucha gente buena.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

Memorias III Historias de prisión

Tengo días recordando esta sórdida historia de prisión y no ha habido mucho tiempo para redactar algo pero aquí va un intento que en otro momento puedo completar.

Entre mis muchas historias de playa tengo también algunas historias de prisión. Momentos en que me convertí en infractor de la ley y hube de pagar tras las rejas.

En este caso no fue el clásico Puerto Vallarta sino en otro lugar de la mancha, a donde fui a pasar unos días de esparcimiento juvenil a conocer algunas desconocidas y pasar el tiempo alegremente en espera del regreso a clases.

Nos fuimos en carro, y allá coincidimos con algunos amigos o parientes de uno de mis amigos.

De ahi en adelante no me da ya la memoria para recordar mucho, igual porque no hubo nada memorable hasta que fuimos a cenar unas hamburguesas allá por el rumbo de la laguna de La Mancha.

Recuerdo que la calle era fea, como igual lo era el lugar, que tenía el apropiado nombre de "Hamburguesía", a donde decidimos llegar a calmar el hambre.

La verdad no sé qué estábamos haciendo tan lejos, ya que no recuerdo ni dónde nos hospedábamos, pero bueno. Allá estábamos.

Dentro de toda esa fealdad que nos circundaba, recuerdo a una mesera cuya moderada fealdad bien ha de haberse convertido en belleza dado que traíamos ya puestos algunos embellecedores, mismos que además del mencionado efecto, desinhiben al portador al tiempo que lo vuelven más expresivo.

Recuerdo que ya habíamos terminado nuestra comida (o cena) cuando por ahí alguno de mis acompañantes compartió burdamente la "belleza" de la mesera, por lo que no faltaron los costeños vengadores que saltaron sobre ellos para poner orden y hacer que la honra de la Srita. sobreviviera intacta.

Mis amigos empezaron a salir uno a uno de la Hamburguesía como si los aventara una lavadora en el ciclo de centrifugado, así que llegó el momento en que éramos más afuera que adentro, por lo que decidí que era el momento de ayudar y me metí y le dí un sillazo al primero que ví. Ya sin silla fui blanco fácil para un costeño quien me agarró de costal de box hasta que sal´como los demás dando traspiés de espaldas hasta terminar con un costalazo en mitad del empedrado.

Ya que vimos que los locales eran más aguerridos que nosotros decidimos que era momento de regresar a nuestros autos y buscar donde continuar nuestros festejos vacacionales.

Corrimos al carro de Chava y nos subimos, arrancamos rápido y riéndonos de la aventura, mientras que poco a poco yo empezaba a sentir que estaba más trompudo que antes.

A las pocas cuadras pregunta uno "¿y blablabla dónde está?", o mi Dios, lo dejamos!! ¿y los demás?¿y el otro carro?...

bueno, en nuesrta euforia no notamos que nos faltaba un carro y que además habíamos tenido algunas bajas.

Llegamos al lugar y ya parecía haberse calmado el asunto, así que nos estacionamos y nos bajamos. Un policía se me acercó y me dice "cómo estuvo el asunto", así que ya le dí mi versión y le expliqué como intente disuadirlos de pelear y que les proponía arreglar todo con un chinguaspun.

El representante de la ley no me creyó y me metió de un empujón a su patrulla y me llevó a un edificio muy bonito pero muy escondido que nunca en mis visitas al puerto había yo visto. Tenía una ventanitas muy altas con barrotitos.

A pesar de que la situación no se veía muy fácil, dado que no era yo primerizo en esos asuntos de pasar a saludar a barandilla, me sentóa confiado en que nos iban a decir: "nomás tranquilos y que les vaya bien". Je.

Me llevaron a un cuarto en donde me pidieron que sacara mis cosas y me quitara el cinturón. Luego de eso me llevaron hasta una celda a la que me invitaron a pasar.

Adentro había unas treinta personas, la mayoría más borrachos que yo, aunque menos contentos.

Uno a uno fueron llegando mis amigos y mis no tan amigos, hasta que quedamos completos.

Hay que comentar que en esos tiempos yo padecía una tos muy persistente que me duraba por meses y no se calmaba con nada, así que constantemente tosía.

Nos pusimos a cantar puras canciones con temas "de malo" para que nos tuvieran miedo, así que les recetamos a nuestros co-prisioneros desde los bukis hasta las del chico del suéter pasando por "Pepe el Toro es inocente".

En un momento dado, un preso de alguna otra celda que parecía no disfrutar de su habitación, empezó a gritar "ya callate pinche tuberculosooooo". Yo, con mucha tos y también un gran valor, le menté su madre fluídamente. A cada reclamo al de la tuberculosis le sucedía una mentada, a veces con alguna otra amenaza para que ya se callara y me dejara seguir cantando.

ya en la mañana llegaron unos celadores y uno a uno nos fueron nombrando, hasta que sólo faltaba yo y sobraba uno de su lista. Ya luego recordé que en un acto de inteligencia me puse el nombre del gobernador de Jalisco, así que cuando lo volvieron a nombrar me levanté y salí.

ya íbamos todos muy contentos por un oscuro pasillo cuando el celador se volvió a su derecha y abrió otra celda. Todos nos quedamos de a seis y preguntamos "¿y ahora?, ¿por qué no nos sueltan?"

La celda era amplia y cabíamos bien los siete u ocho recién llegados, con los tres que ya ocupaban el lugar.

Ya encerrados nos enteramos que el otro carro que se nos perdió (con la mitad del contingente) había chocado con otro vehículo en su fuga. Aparentemente el daño al carro no era tan grave como el daño a nuestra suerte. El dueño del otro carro era agente del ministerio público de la ciudad.

Caray, unas hamburguesas caras, una mesera fea con unos compañeros celosos, un choque, un agente del ministerio público... esto no es bueno.

Uy que caray!!! Nos sucedió lo peor que podía pasarnos.

Entonces tosí.

Luego de mi acceso de tos se destapa la cabeza (estaba acostado y cubierto con una cobija) uno de nuestros desconocidos nuevos compañeros me mira y dice "¡eres el pinche tuberculoso!"

Uy que caray!!

Me acababa de acordar de que venían los días santos que a lo mejor me los iba a pasar por primera vez en el bote y ahora resulta que estoy encerrado en una celda con un tipo con quien sabe qué antecedentes al que le estuve mentando la madre toda la noche. Me sucedió lo peor que podría pasarme.

Entonces se presentó.

-mira pinche tuberculoso, yo soy El Muraña, al que le estabas mentando la madre.

A lo que yo, uanque no recuerdo seguramente le habré dicho, "no Murañita, perdóname, es que andaba borracho"

Ya medio descompuesto con el problema que tenía encima y tratando de ser amigos le pregunto:

-¿y por qué estás aquí?

-Por homicidio. Maté a un cabrón con el que tuve un problema.

Uy que caray!!!

Estoy en prisión y no hice nada, tengo ganas de ir al baño, el baño no tiene puerta... ni agua. Tengo muchísima sed y la boca me sabe a cebolla, la fea mesera de la hamburguesía está que no cabe en ella de que unos tipos se pelearon por ella, el carro de mi no-amigo está chocado, el del agente del ministerio público también, voy a pasar semana santa en el bote, canté canciones del Chico del Suéter, me llamo igual que el gobernador de Jalisco, le menté la madre a un desconocido, ese desconocido es El Muraña y tuve un problema con él, él está en prisión por matar a un tipo que tuvo un problema con él. Me sucedió lo peor que podía pasarme.

Ir al baño no fue algo fácil, ya que mi arraigado pudor para esas cosas me frenó hasta que la tripa pudo más. La amistad con el muraña se fue dando con la misma fluidez que mi primera visita al retrete.

Ya en confianza fuimos haciéndonos amigos del "Mura" y de otros dos reclusos que también tenían sus historias, sólo que ellos eran inocentes.

El primero de ellos hablaba como si hubiera comido vidrios y tenía parches en ambos lados de su cuello. A duras penas se daba a entender y con trabajo nos contó que estaba ahí porque lo habían confundido y le habían recetado un balazo en el cuello. No era alguien que impresionara, sino más bien alguien chaparrito, con pelo chino y actitud servicial. Mucho gusto Tragabalas.

El otro tenía una historia menos sencilla, pero era igual de inocente. Una jovencita lo provocó, a lo que el no pudo resistirse y en un auto respondió a sus intenciones. Desafortunadamente la ex-Señorita cambió de opinión y ahora dice "que él la violó". Habrase visto. Mucho gusto Conejo.


Pues ya Salvador, su primo, sus amigos y yo habíamos tendido los primeros lazos de amistad con el Muraña, el Conejo y el Tragabalas.

A lo largo del día resonaban gritos y golpes a través de las paredes de la celda, a los que el Muraña respondía con iguales gritos y amenazas de muerte. Parece que no siempre era bueno para hacer amigos.

Compartimos frijolitos, carne echada a perder, y ya luego que dejaron salir a uno de mis no-amigos que resultó con un pequeño nivel de influencia, empezamos a gozar de unos pocos privilegios mientras que el que había salido arreglaba el problema con la hamburguesía, con el MP y le ofrecía disculpas a la fea por haberle dicho lo contrario, nosotros empezamos a comer pollo, tomar jugo de naranja con vodka y a jugar turista para pasar el rato.

Enseñamos a jugar turista a nuestros nuevos amigos, que quién sabe de dónde serían que no sabían jugarlo, y aun a riesgo de que nos robaran nuestros billetes "de a mentiras" les dimos su bonche y empezamos a jugar.

Cada quien su avión (uno de vodka y uno de plástico) y lanzábamos los dados. Estábamos todos envueltos en nuestras cobijas, compartiendo almohada y muy divertidos juegue y juegue.

Yo la verdad siempre muy malito para cualquier tipo de juego no tenía muchas expectativas de salir victorioso y ganar tal vez el privilegio de no tener que echarle agua al baño o algo así por un día. Pero finalmente en ese momento mi suerte empezó a cambiar y turno tras turno iba yo compre y compre estados, al grado de ser ya yo un magnate en cautiverio. Ya era yo dueño de medio país y algunos establecimientos, así que cobraba cuotas a los que tenían la mala suerte de caer en mi imperio.

El Muraña por su parte, hacía sus compras muy organizado y ya tenía a Sinaloa y Jalisco, que junto con Sonora eran los tres estados con las mejores cuotas por derecho de paso.

En eso, lanzo yo los dados y ya enrachado caigo en Sonora!!

Saco mis billetes y "compro Sonora!!"

El Muraña se levanta aventando la cobija y desacomodando los avioncitos y echándome ojos de pistola me grita "si compras Sonora te mato cabrón!!!"

Uy que caray!!!

A toda la letanía anterior de desventuras ahora hay que agregarle que estoy en prisión, como el caballo blanco con el hocico sngrante (e hinchado), con ganas de ir al baño de nuevo, sin puerta, sin agua y sin papel, borracho con una mezcla de jugo de naranja con vodka de contrabando, me sigo llamando como el gobernador (que a la postre renunció a su cargo por corrupción), no tengo dinero de verdad para pagar mi multa pero tengo miles en billetes de turista, acabo de faltarle el respeto a mi compañero de celda, encerrado por matar a alguien con quien tuvo un problema, cuando ya estaba medio sentidito conmigo porque le menté la madre toda la noche, y ahora resulta que lo ofendo por segunda vez queriendo comprar Sonora. Me sucedió lo peor que podría pasarme.

No recuerdo mucho más allá de que no compré Sonora, creo que el juego terminó pronto y junto con eso, nuestro no-amigo poco influyente logró solucionar los problemas que nos mantenían adentro y salimos muy contentos por nuestras cosas.

-Cosío Vidaurri, a la reja!!!!

-Presente señor!!!

Agarré todas mis cosas y salí a la fresca tarde porteña. Nunca el centro de La Mancha me pareció tan bonito, con su basura en las banquetas, con sus sexis lugareñas tan curtidas y de piernas tan flacas, con sus puestos de comida a media calle.

Que bonito es La Mancha!!!

Estuvimos algunos días más, tal vez sólo dos, en los que no dejamos de brindar por la libertad y las bondades de nuestras vidas, en las que sólo por mala suerte acabamos conociendo al Muraña, el Conejo y el Tragabalas, quienes compartieron con nosotros sus miserias y con quienes compartimos un poquito de frescura del exterior. Toda la frescura que unos siete u ocho jóvenes medio tarugos y medio borrachos podían compartir al ritmo de "Tu Cárcel".

Saludos pues.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

martes, 3 de agosto de 2010

De Tepatitlan de morelos!!!

este post no tiene acentos porque esta compu tampoco.

El viernes salimos la familia completa con destino a Puerto Vallarta, ya se, parece que siempre voy a Vallarta pero lo que pasa es que se han juntado.

Total que fiel a mis costumbres revise el carro de todo a todo previendo todo lo que podia fallar, incluso fui a autozone a comprar aceite, anticongelante, subi gato y revise refaccion, amortiguadores nuevos... y listo. Ya se habia ejercido el presupuesto automotriz asi que deje de darle muchas vueltas y me aliste para salir temprano al dia siguiente.

Ya por la tarde me acorde de que no le habia cambiado nunca la banda de accesorios al carro y que por su kilometraje seria buena idea, sin embargo eran casi las 6 y me parecio que ni urgia ni era hora ya tampoco.

Despues de un viaje sin sobresaltos y entrando ya a puerto vallarta, comente con sabrosa que el aire no salia frio, y casi al momento note un par de focos rojos en mi tablero de instrumentos que gritaban algo.

Para pronto recorde mis pensamientos sobre la banda, asi que en cuanto pude me orille junto a un despacho de cerveza y a revisar.

La banda de accesorios me saludo cuando levante el cofre, pero me saludo desde un lugar que no era el suyo. Asi que me aguante las ganas de llorar y mire a mis tras viejas y les dije muy serio "ya valio madre".

mire a mi alrrededor y los unicos sujetos de apoyo eran tres jovenes subiendo a su dodge neon cargados de cerveza y escuchando musica mientras salian del lugar. La verdad ni los voltee a ver porque no iban a cambiar su plan tan ameno por el de ayudar a un senor con tres viejas (ninguna de su edad) y un carro descompuesto.

fue aqui cuando sucedio lo que no deja de sorprender y que deberia ser mucho mas comun en nuestro pais. Los jovenes en cuestion se acercaron a mi mientras miraba mi carro con desconsuelo y me preguntan ¿cual es el problema? mi primera idea fue que me iban a romper la cara por mi cara de pocos amigos pero resulto que estaban considerando ayudarme, por lo que luego de revisar un par de detalles me subi en su carro y salimos de shopping a comprar mi banda y la heramienta necesaria para cambiarla.

En el trayecto no fui compania muy alegre, porque mientras que todos bailaban y brindaban, yo iba con cara de amargado en el asiento de atras. Me ofrecieron una cerveza para cambiar mi cara, asi que de ahi en adelante fui un tipo amargado con una cerveza en la mano.

Perdimos muchisimo tiempo yendo y viniendo buscando agencias nissan y refaccionarias, hasta que un par de horas despues, varias llamadas de sabrosa y sabrosita preguntandome si estaba secuestrado, y tambien muchos kilometros, llegamos con todo al lugar del naufragio.

apenas llegar uno de ellos, que para mi gran suerte era mecanico de una agencia puso manos a la obra, mientras que yo compre mas cervezas para amenizar la divertida reparada de mi carro.

tomamos cerveza, trate de cooperar pero solo estorbe, y finalmente el carro estuvo listo para seguir con nuestros planes y pasar unos divertidos dias de playa.

Esta es la historia, pero no es el asunto de este post. El asunto de este post es recalcar la gran disposicion de CHUY, GERARDO y ROY para ayudarme cuando o necesite, a pesar de que ellos tambien iban llegando, no tenian reservaciones ni tampoco ninguna necesidad de andar pasando calores, ensuciandose y manejando en la congestionada carretera para saludar a alguien a quien nunca habian visto y que probablemente nunca volveran a ver.

Muchachos MUCHISIMAS GRACIAS POR SU AYUDA Y POR SU TIEMPO, ustedes son el tipo de personas que necesitamos en este pais.

Si alguien en Tepatitlan los conoce y lee esto, por favor enterelos que sigo muy agradecido con ellos y que les deseo lo mejor. Tienen un amigo en Zapopan Jalisco.

Perfil listo para continuar.

viernes, 23 de julio de 2010

hoy me voy de vacaciones, pero no importa.

Hoy termino con varias cosas de la vida diaria:

termino con la captura en cierto sistema que cada mes debo actualizar.

termino con mis 15 dìas de padre soltero, en los que he cuidado de perfilita flamenca de todo a todo, cosa que me demuestra que la convivencia de tiempo completo con los hijos es muy rica y muy bella, pero que también me demuestra lo mucho que trabajan las mamás para cuidar de nuestros hijos, lo poco que a veces sabemos los papás de todo lo que se hace diariamente en una casa y la nula posibilidad de tomar una distancia de ese pequeño ser que a cualquier movimiento reacciona con un "¿a dónde vas?"

Termino también con la ausencia de un año de perfilita canaca, que mañana regresa de su aprendizaje intensivo sobre la cultura canadiense.

Y por último, termino con el segundo tirón laboral del año, al que suceden 16 días de vacaciones que espero disfrutar mucho.

Luego vengo.

Perfil concluso.

martes, 20 de julio de 2010

Memorias II: Belleza etérea

Recuerdo muy bien el qué, aunque no recuerdo el cómo, y casi casi tampoco el cuándo:

Habíamos pasado algunos días en Puerto Vallarta, pero este fue otro viaje, porque recuerdo que nos trasladábamos en el carro de Pedro. El buen Chava formaba parte de la comitiva y creo que éramos sólo tres.

La noche previa había sido fabulosa: habíamos conocido a unas mujeres preciosas, buenas para bailar y perdidamente enamoradas de nosotros. Esa noche como cosa rara Chava nos abandonó.

Recuerdo que bailamos sin parar por horas en el Hard Rock, brindamos, hicimos coreografías, caminamos por la playa y bueno... todo muy bonito. Una excelente historia para compartir, de modo que al día siguiente fue el tema del desayuno, usando frases como "¡noooo gûeeeeey, eran unos viejooooones!" "¿¡te acuerdas cómo bailaba la mía!?" "¡Estaban chisíiiisimas!"

Bueno, la envidia del ausente era de las buenas. Quién le manda andarse yendo y dejar lo mejor para los demás.

Salimos de donde desayunábamos y recuerdo que tomamos la avenida principal, íbamos muy lento, ya que delante de nosotros circulaba un camión de tres toneladas, en cuya parte trasera viajaban unas desafortunadas pasajeras de muy mal ver, en shorts hechos con algún pantalón viejo cortado a tijera y blusitas que no daban para tapar el ombligo en esas panzas asoleadas al más puro estilo parachutero. No había a cuál irle, en un concurso de feas las descalificaban por feas.

Dice entonces Chava "¿qué traen estas morras?, ¿están saludando?, ¿son sus viejas de anoche?"

Pedro y yo nos volteamos a ver con los ojos muy grandes...

NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!

Perfil amor ciego.




Epílogo.
Años después pude saludar a una de las feas en una plaza comercial de mi ciudad, cuando un amigo y excliente de muchos años atrás me presentó a su esposa, quien sólo atinó a regalarme una sonrisa resplandeciente.

¡¡Hola, mucho gusto señora!!

Memorias I: El loco de anoche

Justo ahorita me acabo de acordar de una de esas memorias de allá hace muchos años. No recuerdo ni bien cuándo, pero estaba yo en el paradisiaco Puerto Vallarta.

Eran mis tiempos de universitario y nos habíamos ido con unos pocos pesos a pasar algunos días viendo muchachas guapas y tomando cervezas.

Era la primera noche en nuestro trailer park y salimos muy temprano ya listos para ir de fiesta al entonces incomparable y ahora extinto Carlos and Charlies, donde estuvimos bebiendo vasos y vasos de algo color verde fluorecente.

Cada quien buscaba su propia "novia por un día" para bailar y disfrutar a tope de la velada tipo spring break, de modo que nomás nos saludábamos al vernos pasar, y si no íbamos solos, claro que mirábamos con ojo crítico a la conquista.

Pues resulta que el buen Chava, mi amigo Chava Martínez conoció a alguien que le llenó el ojo y para pronto decidió que la fiesta ahí había terminado. Lo que no hizo fue avisarme. De modo que al rato andaba yo rebotando de felicidad ignorante de que no tenía forma de volver a mi hogar temporal, y lo más probable... ni dinero.

Recuerdo haberme cansado de buscarlo con mi cubeta de cervezas, hasta que las cervezas se acabaron.

Ya a alguna hora decidí declararme abandonado y salí a buscar el modo de volver a... a... ¿a dónde? Padre Santo ¿dónde está el trailer park? nunca me fijé. Yo no iba manejando y nunca me fijé dónde era, así que ahora había que agregarle a la falta de dinero, la falta de destino.

Salí a caminar sin rumbo y recuerdo que al platicar con unos amigos (¿tenía amigos en Puerto Vallarta? eeeeh, da igual) me invitaron a cenar, en lo que mi amigo regresaba a buscarme. Cenamos tacos en una esquina y mi amigo nunca volvió. Yo creo que mis nuevos amigos se cansaron de no poder cortarme y decidieron invitarme a su bungalow, donde seguimos departiendo y bailando hasta que me dormí.

Ya en la mañana muy apenado me levanté, y sin que nadie me viera puse pies en polvorosa para no tener que dar explicaciones ni a mis amigos ni a mí.

De alguna forma tan misteriosa como mi olvido, me llegó el recuerdo de cómo llegar a mi alojamiento original, así que caminé y caminé hasta que encontré a Chava dormido en nuestra casa de acampar y muy acolchado en mi ropa de cama.

Claro que le reclamé y claro que me pidió comprensión. Le dije que ahí moría el tema, pero que la próxima noche las llaves del carro me las quedaría yo para que no me volviera a suceder algo así.

Pasamos el día en las playas, viendo bikinis y tomando espirituosas hasta que llegó la noche y con ella, la hora de relevar actividad. De modo que muy bañados y perfumados, nos fuimos de antro.

Esa noche tuve el gusto de constatar la presencia de Chava por aquí y por allá en el bar, cosa que me daba mucha tranquilidad. Además tenía yo la seguridad de que si se iba tendría que hacerlo caminando, pues yo traía las llaves de su carro.

Resulta que tanta tranquilidad no me vino bien, porque ya enfiestado, me sentí aburrido ahí y me dieron ganas de cambiar de aires, así que tome mis llaves, caminé a mi carro y me cambié de bar. Así feliz y celebrante transcurrió mi noche y madrugada, hasta que me ganó el cansancio y tuve que ir a dormir.

Tomé el camino de regreso, aparqué mi carro y toqué la puerta... mmmm... la casa de campaña no tenía puerta. Algo no va bien aquí.

Alguien con voz somnolienta pregunta "¿quiéeeeen?", "Enrique" contesto. Una segunda voz más a lo lejos pregunta "¿quién es?" a lo que la voz detrás de la puerta contesta "es el loco de anoche".

"Abrele", remató.

Pues como ya no había fiesta y estábamos todo muy cansados me dormí inmediatamente en la sala.

Muy temprano y con la misma prisa del día anterior, salí en sigilo y huí, con el nuevo recuerdo misterioso de dónde realmente me alojaba yo.

Recuerdo que algunas cosas me reclamó Chava, no tengo idea de cómo me justifiqué pero seguramente le habré dicho que el empezó. El carro era de él, pero eso es lo de menos.

Nunca es tarde para un agradecimiento: amigos del bunlgalow en la dimensión desconocida, muchas gracias por darme asilo, comida y bebida. Sóis grandes.

Salud!!!

Perfil memoria volátil.

miércoles, 14 de julio de 2010

El ajo, ese ente demoniaco.

Ayer llegué a la casa con hambre, ya que la comida en el comedor del trabajo estaba horrible, no más, no menos.

Lavé la ropa de perfilita flamenca para que tenga algo que ponerse mañana en sus "cursos" y me dispuse a cenar. La cosa aquí es que no he salido a comprar nada en días, así que con lo que encontré me armé un menú gourmet muy poco común:

sopa seca de caracolitos al ajo y chile, con aceite de oliva, un toque de albahaca y copete de queso adobera al gratín. Acompañada con agua de naranja en polvo y medio kilo de pistaches para el postre.

Me comí como la mitad de un diente de ajo, con todo lo demás, pero caray, parece que sólo hubiera sido el ajo, y que además en vez de ser un diente normal, se hubiera tratado de un diente de concentrado de ajo.

Llevo como cuatro lavadas de dientes, un muffin de chocolate, tres vasos de agua, un té de boldo, y estoy a punto de ir por un chicle y no hay poder humano que me libere de esto. Mi boca parece un portal al infierno.

Creo que seguiré prodigando sonrisas y haciéndome el misterioso por el resto del día.


Perfil antivampiros.

martes, 6 de julio de 2010

¿Para qué seguir escribiendo?

Estoy muy conciente de que tengo sólo tres seguidores, y uno es mi hermana que no me lee porque es adicta al facebook, Elizabeth, que seguro me agregó y nunca volvió a entrar, y el tercero no me acuerdo, pero alguien más hay o había.

Viendo así las cosas resulta natural preguntarme ¿para qué seguir escribiendo? y para mí la respuesta brota igual de natural ¡pues para mí!

Escribo cosas que muchas veces son simples reflexiones mías, pensamientos que registro aquí y qeu luego puedo venir y leer y hasta estudiarme en otros momentos y preguntarme por qué me habría sentido así.

No suelo escribir dramas, ni situaciones que no tendrán remedio más que la muerte. Vivo tranquilo; al día. Nada más escribo por escribir, por escribirme, porque me doy cuenta que soy mi mejor interlocutor. El mío es un soliloquio muy ameno.

Perfil Escritor en Solitario.

Perfila Sabrosa meets NY... again.

Estamos a 3 días de que Perfila Sabrosa se embarque a NY a encontrarse con Perfilita Canadiense, para luego visitar algunas ciudades como epílogo a su estancia de un año en tierras frías.

Estos días serán diferentes para mí, porque me quedo a cargo de perfilita flamenca, quien a sus nueve años no podría disfrutar ese viaje en su justa dimensión. Ni hablar del dinero que ello representaría.

La flamenca se emociona y autoconvence de que serán unas vacaciones extraordinarias para nosotros, ya que podrá dormir en mi cama e ir conmigo al trabajo. Ni le conté que podría haber ido a Orlando porque los antecedentes indicaban que era todo, menos probable.

Nosotros nos vamos a conformar con ir a practicar deportes en un curso de verano (ella), y yo a lo de diario, que es pasar la mitad de mi vida encerrado en mi oficina sin ventanas.

Sin embargo estoy seguro de que estos días me van a servir para acercarme más a mi hijilla menor y ya encontraré las formas para mantenerla divertida y hacerla sentir especial.

Es sólo por ella que siento un poco de tristeza, ya que se queda sin su mamá por unos días, y pospondrá ese mismo tiempo el reencuentro con su hermanita. En cuanto a mí siempre lo he dicho, el norte no me llama la atención ni tantito. No sé cuando expiró mi última visa si es que tuve más de una y con mi forma de ser no me imagino a un paisa exportado a EU para luego ser enviado de regreso a revisar los "files" de los solicitantes, cuestionándome sobre mi dinero, mi trabajo y los "para qués" que me llevarían a EU.

Como dijo nuestro presidente legítimo "a mí dénme por muerto". No descarto sacar un día mi visa para ir a gastarme lo que no tengo, pero si es que algún día sucede va a tener que esperar.

Por el momento me tendré que conformar con tener solo el resto del mundo para vacacionar.

Perfil Regional.

lunes, 5 de julio de 2010

Grigori Perelman rechaza premio de un millón de dólares

Dos noticias de hoy comparten que el dinero no es tan importante en la vida, aunque los ejemplos son polos opuestos.

Por una parte, leo que Carlos Slim vive modestamente (dice su biógrafo) con 27,000 dólares al mes y que usa ropa de una de sus fábricas (que ahorrador, compró una fábrica para que le saliera gratis la ropa), que usa un reloj del modelo más sencillo de rolex o algo así, tiene 72000 obras de arte, casi 200 empresas, todo con un valor de más o menos 60,000 millones de dólares. Él está consciente de que nada nos llevamos de este mundo, y que sólo dejamos en él el recuerdo de nuestros buenos actos y la buena formación de nuestros hijos.

Por otro lado, y hombro a hombro con la noticia de Slim, se anuncia que el matemático Ruso, Grigori Yakovlevich Perelman, se negó a recibir el premio de un millón de dólares por haber desenmarañado el problema matemático planteado por Poincaré en 1904.

Lo curioso es que este segundo ejemplo no es el de un rico que dice que el dinero es lo de menos, sino que por el contrario, este se mueve en metro y vive con su mamá, de su raquítica pensión y pequeñas inversiones en la bolsa, utilizando sus modelos matemáticos. No se afeita y anda por ahí con ropas raídas por los años de uso.

El asunto interesante es que mientras que para uno el dinero ha representado el poder para ayudar a otros y le ha permitido convertirse en el hombre más rico del mundo, para el otro, sólo representa un premio inmerecido, por resolver un planteamiento matemático que según su propia opinión, ni siquiera los especialistas de la academia que lo premia están calificados para comprobar.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdWRP7cxvj3k5RReqbFO1JvU4xicBprfqhsc59BldBm_EGmAlcfVaSeRs7U04ZRjPePpq4jHwpinvPUOGo6A-ICtTAOTF8PKeFPO5C0euG_mfSrsenTlJc0k9KTHJ8TGR6i09xBGK91ls3/s1600/grigori2.jpg


Que raro es este mundo me cae. Aunque yo también sé que nada me voy a llevar, no me siento preparado para renunciar al pequeño pedazo de mi sueldo que traigo en la cartera.

Dinero maldito que nada vale.


Perfil materialista.

lunes, 28 de junio de 2010

Casicuarentón

Estoy a dos meses y días de cumplir cuarenta.

¿Qué hace alguien cuando cumple cuarenta? la verdad muy pocas veces pensé llegar (de hecho todavía no llego), pero esto es casi inminente, voy a llegar a mis cuarenta años.

¿cuáles serían esas cosas que debe uno haber hecho a los cuarenta? algo así como cuando dicen "si no subiste a la torre Eiffel no estuviste en París?

Desde el punto de vista biológico ya nomás me falta morir, pero desde el punto de vista humano? social? filosófico?

Casarme? ya.
Tener un hijo? ya. (hijas, no se asusten)
Escribir un libro? no.
Salvar una vida? no.
Viajar? muy pero muy poco.
Plantar un árbol? sí, muchos cuando hice mi servicio militar, no aprendí un carajo de la milicia pero planté muchos árboles.
viajar por carrereta sin destino fijo? ya.
Escalar una montaña? no.
Aprender a tocar un instrumento? no.
Estudiar una carrera? ya, a tiros y tirones pero ya.
Saltar en paracaidas? no.
Llevar a mis hijas al altar? no.
Viajar solo a un lugar lejano? ya.
Pensar en mi propio epitafio? no.
Regalar dinero a un desconocido? no, y está cabrón.
Dormir a cielo raso en la playa? no.
vivir sin necesidad de trabajar? no.

hay muchas, muchísimas listas de lo que cada quien cree que se debería hacer, pero lo cierto es que me siento muy pero muy lejos de tener una vida con el nivel de trascendencia que yo quisiera.

Existen muchas formas de trascender, las que más vemos son las de la gente que trasciende a través del arte, de la política, del dinero o del crimen. A través del crimen no se me antoja, porque los mejores puestos ya están ocupados, a través de la política tampoco, porque eso de comer m... sin hacer gestos no se me dá; así que a menos que me descubra un don de pintor o músico excepcional, o que resulte ser yo hijo ilegítimo de Michael Jackson creo que me conformaré con trascender a través de mis hijas. Hay mucho trabajo por delante y muchas satisfacciones que recibir.

Por lo pronto me contento con descubrirme cada mañana recitando mi pequeña lista de agradecimientos a Dios y la vida por lo bien que me tratan.

Tal vez mañana salte en paracaídas. Tal vez no.


Perfil aerofóbico.

La primera impresión

"Sólo tenemos una oportunidad para causar una buena primera impresión". Hoy recordé esa frase, y también recordé a la Tía Matilde...