Qué se me hace...

Una plegaria al Señor que todo lo puede:

Que se me conceda absolutamente todo lo que deseo.

Gracias.

Perfil Religioso

Demasiada computadora

Revisando un pequeño texto en el que describo mis intenciones de irme a pasear a Baja Cfa. absorto en mis pensamientos desplazaba el puntero del mouse de derecha a izquierda revisando mis frases. Fijo entonces la vista en el calendario que tengo justo a la izquierda de mi monitor, revisando las fechas en que tentativamente podría irme. Desplazo el mouse a la izquierda para señalar un mes y no sucede nada, el puntero se detiene antes de llegar. Vuelvo a intentarlo y nada. Caigo entonces en cuenta de que mi monitor termina a unas pulgadas de mi calendario, regalo de mi empresa de seguros.



Demasiada computadora.

Perfil absorto.

viajar

El tema para los próximos años será viajar. Viajar de cualquier forma, conocer nuevos lugares.

Ese es el tema.

Perfil viajador.

El Señor sigue caminos misteriosos

Serendipity!!!!

Es curioso cómo suceden las cosas. Espero que esa cadena de coincidencias que tuvo lugar hoy desencadene algo bueno para su servilleta.

Veremos.

Perfil oportuno.

Terapia de autoestima

Hoy es un día excelente!!!

Tuve un maravilloso despertar. No pensaré que alguno de mis vecinos sigue tirando el agua y de nuevo me robó el sueño a partir de las 4.00 AM (hora promedio del triángulo de las bermudas)... no lo pensaré.

El trayecto de la casa a la universidad a dejar a Perfila Eslovaca fue muy tranquilo y ya hacia mi oficina mi única inquietud fue ver que el medidor de gasolina indicó "vacío" los últimos 3 kilómetros.

En mi sofocada oficina, donde mi vecina de escritorio descaradamente me hurta el aire del ventilador que yo mismo conecté y encendí, veo el aire acondicionado sobre mi cabeza. ¿quién vendría a instalar un aire acondicionado y se va sin dejar el control remoto? no es importante.

El tema de hoy es mi autoestima, que para ser honesto está desde hace tiempo bien, aunque mi tía Perfila Habitante del Paraíso me hizo notar que el texto de mi último correo dijo lo impensable: "que no valgo tanto la pena".

Sobre este asunto es importante aclarar que sí la valgo, podré escribir un mundo de "sinimportanciariedades" pero eso es cosa aparte.

Hace algún tiempo la verdad estuve muy flaco de orgullo y con mi autoestima muy raspada, pero no. No más.

Para ser honesto hoy me peiné viéndome sin ver y no me eché ningún piropo, pero la mayor parte del tiempo gozo de autoestima vigoréxica... sobreejercitada.

Para poner un ejemplo, ayer mis compañeritas de escritorio -que tengo muchas gracias a Dios-, comentaban en voz muy baja sobre alguien que, aunque era mayor que ellas, era bastante guapo, y que su andar pausado y elegante lo hacía lucir de lo lindo al atravesar el patio interno de nuestras instalaciones. Yo no les comenté nada pero estuve seguro de que hablaban de mí. ¿De quién más?.

Cuando otra de mis compañeritas (compañerota), viene y me da mi beso matutino y me pregunta "¿cómo está el muchacho más guapo de esta secretaría?" finjo no saber qué responder y le digo: "eeehh no sé, habrá que preguntarle" pero seamos claros, el más guapo soy yo, pero como además soy modesto me hago güey.

Como caida del cielo me acaba de venir a visitar a mi cálido rinconcito -de trabajo- otra de mis compañeritas. Y me dice "aaaaah no se me acomoda el cabelloooo", a lo que le replico "a mí me gusta lo que veo" y se despide sonriente con un "Tú también me gustas". ¿qué puedo decir?... está bien.

Sigo poniendo en duda el valor de estas letras, ya que lo que me mueve es procurarme una sana libertad de espíritu y conciencia y no tanto hacer buenos textos. Soy consciente de mi mala redacción, pero el objetivo de esto es liberar más que encantar.

Por fin alguien prendió el aire. Hoy me siento bien.

Querida Tía Perfila Habitante del Paraíso cuánta razón tienes.


Te quiere.
Perfil Diamante Negro.

Insomnio de una noche de verano.

Bueno. Estoy aquí escuchando a Astrud Gilberto, en un rato de descanso después de cargar unas cajas acompañado (ayudado) por una atlética y enérgica morenita, pensando en el menú para medio día.

Como algo que realmente no sucedió, recuerdo mi mala noche.

Estos últimos días ha hecho un calor que invita a asomarse a la ventana y fantasear con palmeras meciéndose al son de alguna canción cubana, al tiempo que la brisa marina refresca nuestro rostro y un azucarado mojito hace lo propio con nuestro sediento ser. Nada más lejos.

En cambio hizo un calor terrible, sólo levemente atenuado por una pequeña llovizna a las diez de la noche.

Como siempre, cubro mi cara con la almohada y más pronto que tarde caigo dormido, sin saber si es mi propensión al sueño, el ambiente casi casi uterino que percibo al tener algo cálido en la cara y nada más que oscuridad o de plano que medio me ahogo y la falta de oxigeno me hace desmayarme. Como sea funciona.

Entre sueños percibo un zumbido incómodo que casi nunca oigo, pero que hoy escucho por encima de los gallos locos que cantan toda la noche allá en el pueblo.

El zumbido no se calla. Es la bomba que sube el agua de la cisterna al tinaco.

Me levanto y a ciegas pero con precisión qurúrgica alineo mis pies y los deslizo para encajar justo en mis chanclas de orcapollo. Camino del cuarto a la sala, que es algo así como mi pequeño triángulo de las bermudas, ya que es un pequeño espacio donde el tiempo no existe, donde reina la confusión y no sabe uno ni qué hora es. Esto se debe a que tengo tres relojes y cada uno indica una hora diferente.

El microondas que alcanzo a ver desde aquí a veces dice cero y otras cualquier hora entre las cero y las veinticuatro. Veo también el reloj de pared de la sala, que tiene la hora de algún universo paralelo fijada hace tal vez un año y regida caprichosamente por la pila baja que empuja la manecilla de los segundos temporalmente asimétricos. Mi última referencia es el reloj de la "casita" de mi Ipod, que podría marcar la hora correcta, si Doña Chelita no la desconectara cada que viene a asear la casa. Algo raro pasa con este reloj, y tal vez la madrugada no sea el mejor momento para discernir sobre el asunto, pero pienso que, aunque el reloj digital cuenta con una batería de respaldo, tal vez en un afán de ahorrar batería, el reloj camina más lento. O podría ser que ante la ansiedad de no saber cuándo será nuevamente descubierto con la clavija fuera de lugar, los minutos se vuelven interminables, con el consecuente retraso.

En la oscuridad promedio mis tres relojes y me indican las tres de la mañana. El zumbido no cesa.

¿alguien está lavando la ropa de todo el verano en este momento? ¿dejaron una llave abierta? ¿se pegó el flotador del tinaco?

Decido acostarme y olvidarme del asunto, pero mis oídos no quitan el dedo del renglón... ¿mis oídos tienen dedos? válgame... otra noche pienso en eso, que ahora estoy ocupado con el zumbido.

Cubro mis sensuales calzones de manga larga (que a veces sobresalen bajo mis shorts) con mi pijama de cuadritos y salgo a observar el edificio desde la cochera el busca de algo anormal: Todo perfecto. Subo los cuatro pisos que me separan de la azotea, me cuelgo de la escalera estilo bombero para ir a donde los tinacos: Todo normal. Decido no caminar por arriba ya que algún vecino modorro podría confundirme y en lugar de ver a su vecino bondadoso cuidando el agua que habremos de heredar a nuestros retoños, podría estar viendo al delincuente que intenta observar a su esposa tirada con poca ropa en su cama, o bien podría pensar que soy un mal vecino tratando de hurtar su tinaco lleno de agua. Mejor me quedo con lo que vi y vuelvo a la casa.

Me siento más tranquilo ahora que se que el tinaco no reboza de agua por sus bordes y constaté que la llave de la cochera no tira agua.

El zumbido sigue ahí.

Me acuesto de nuevo, creo mi ambiente uterino y trato de dormir.

Giro a un lado pero no puedo dormirme porque siempre que me acuesto de ese lado se me tapan los poros de la nariz, así que me giro al otro. Sólo así puedo respirar. ¿cómo una nariz tan bonita puede funcionar tan mal? ¿serían los forceps?.

¿Qué está pensando ese maldito gallo? ¿mi reloj estará mal? ¿serán las seis? ¿será un gallo francés? ¿vivirá lejos? ¿qué hace un gallo en la zona urbana? ¿lo tendrán para no tener que ir a comprar huevos a el mercado? ¿los gallos ponen huevos?

Algo cambia en el ambiente que me saca de mis cavilaciones. Después de un rato y de pegar mi oído a la pared noto que el zumbido cambió. Escucho algo pero no es la bomba. Creo que es el compresor del refrigerador. ¿por qué no se apaga el refrigerador? ¿por el calor?

Me recuesto de nuevo. Quiero ir al baño. Chanclas, camino, entro al baño a oscuras y recuerdo la cucaracha del otro día. ¿y si una cucaracha me acecha desde la oscuridad tratando de pegar sus patas velcrosas en mis piernas? ¿y si, como le pasó a aquél ex-tío, me empieza a curiosear en salva sea la parte? (con el ex-tío fue una rata). Mejor enciendo la luz. La luminosidad me pega como tablazo en la cara. Observo cuidadosamente y no veo nada. Nada.

Sigo sentado en mi trono. Soy un rey. Veo la revista de chismes y la abro en cualquier página. El hermano de Mi pequeña golosa se va a la guerra. ¿un soldado americano gana cincuenta mil pesos al mes? ¿si lo matan vale cinco millones de pesos? Michele Vieth debe estar muy esperanzada de que maten al hermano para no tener que volver a trabajar. Mejor vuelvo a la cama que se hace más tarde de la hora que desconozco que es ahora.

Me acomodo en mi cama, me auto asfixio lentamente hasta que me gana el desmayo... ¿que canción es esa? ¿qué me recuerda?

Es mi alarma. Debo irme a trabajar y ahí está ese zumbido de nuevo.

Tengo que averiguar quién tira tanto el agua. Otro día será, porque se me hace tarde.

Gilberto sigue cantando y me trae de regreso con la chica de Ipanema. Hace algo de hambre. Voy por un café que espero me sepa a mojito y esperare a que el acondicionador de aire suelte su suave brisa. Brisa de mar.

Soy Perfil Bajo, de los Ruiz de Nochistlán.

Acento británico.

Ayer platicaba con mis nuevos amigos Eslovacos, con quienes sabrosa y yo hemos estado practicando nuestro inglés con acento mexicano, mientras ellos hacen los suyo con su inglés con acento eslovaco.

Me contaba Eugenio que en algún sitio durante su actual viaje, tuvo que comunicarse con alguien en inglés, pero aunque Eugenio se esforzaba en hacerse entender, su interlocutor nomás no entendía.

"it must be because of my british accent" le dijo mi amigo con su acento tipo ruso, y el que no entendía nada replicó: "I'm british".

jajaja!!!! fin de la charla.

Eugenio y Ludmila, seguro no leerán jamás mi blog pero me caen bien. Saludos.


Perfil buen amigo.

Por amor.

Esta es de hoy:

Desayunabamos en casa, Sabrosa, flamenca y un servidor.

La TV suelta al aire la pregunta "que tonteria has hecho por amor?"

Sabrosa se apropia el tema y me pregunta: "tu que tonteria has hecho por amor?"

Perfilita flamenca se apura a contestar "casarse"!!!!!!!!


No me dejo nada pal comentario...