miércoles, 18 de noviembre de 2009

Estuche de supervivencia para viajeros en el tiempo

Pues con la novedad de que estoy retomando mi intención de volverme cavernícola.


Las razones originales pasaron a segundo plano, ya que afortunadamente la situación que me oprimía -y deprimía- ha quedado un poco atrás. Sin embargo, sigue siendo muy atractivo pensar en hacer un viaje al pasado para analizar en qué tiempo será mejor ubicarme y dejar correr el resto de mi vida.


De momento veo dos opciones bien claras: la primera, la de Dios, que más o menos todos conocemos, ya que la escuchamos todos los años. Podría volver al Edén y pasar ahí una eternidad muy bien acompañado por eva, pero sin comer manzanas, ya que eso me traería de regreso a esta complicada actualidad.


La segunda, propuesta por nuestro amigo Darwin es un poco más compleja y hay más factores que considerar a la hora de escoger exactamente en qué etapa quiero ir a parar.


Como sea, ya que soy un absoluto ignorante de la historia, los tiempos, los lugares y esas cosas, pues me voy a dar la libertad de arreglar el mundo antiguo según mis necesidades.


Creo que viviré en en mundo cuando tenía la configuración que nos enseñaron en la primaria: la pangea. ¿por qué? pues porque así las distancias serán más cortas, y como supongo que los caníbales no tenían barcos, y princess todavía no existía, sería muy dificil viajar por el mundo si los continentes están separados.


Siento que necesito un nombre. Dejaré de ser Perfil Bajo, por lo menos allá. Creo que me llamaré Pequeña Roca.


Voy a hacer una rápida selección de lo que habré de incluir en mi kit de supervivencia para viajar a aquél tiempo. Creo recordar que según mi amigo J.J. Benítez en "caballo de Troya" se podría viajar en el tiempo en aquél dispositivo que el denominó "la cuna", en la que de hecho dos hombres de nuestra era viajaron a hacer estropicios en la vida de jesús, reencarnando a Jasón y a Primipilus. Hablaré con él para pedirle prestada la cuna para mi viaje.


Voy a ir por secciones de mi casa y oficina para ir tomando lo necesario, que tendrá que ser pequeño porque la cuna era apenas más grande que un vocho. Si no acabara de vender el mío me iría en él.


Estoy en mi cuarto, mi cama es cómoda, pero no creo que sea buena idea. Esa tv de pantalla plana se ve muy tentadora, de modo que me llevaré la tv junto con un trozo de cable, ya que de poco me servirá la tv sin cable, ya en los tiempos de la pangea no existía la televisión abierta.


*Nota, no olvidar control remoto y baterías.


Me llevaré unos jeans levi's, porque aunque me atrae la idea de andar en taparrabo o incluso a ráiz -llevo un exhibicionista dentro-, no faltará el día en que tenga algo de frío, o quiera cubrirme un poco de tanta tierra.


De mis gorras, todas ellas regaladas, y la mayoría procedentes de Europa, me voy a llevar la de San Diego, que está nueva. Además de que será más rara una gorra de San Diego, que todavía no existe, que una de europa que voy a tener a la vuelta de la esquina (pangea ¿recuerdan?).


Creo que también tomaré el Ipod, que ocupa poco lugar y garantiza horas de diversión, aunque el mío es de sólo 30 gigabytes.


Me llevo mi almohada.


Salgo a la sala, de donde no creo tomar mucho, pero si me llevaré fotos de mi familia, porque aunque allá seguramente formaré otra, no descarto la posibilidad de un día hartarme, treparme a la cuna y reaparecer en casa el mismo día en que me fui tan fresco que aquí no pasó nada.


Me llevaré una foto digital de la "noche estrellada" de vincent, porque me parece mucho tiliche llevarla ya enmarcada para irla cargando, pero bien podré recrearla en una pared de mi caverna, y no solo eso, sino que además, como estaré en la prehistoria, la de Van Gogh será un plagio.


creo que de la sala es todo, veremos. Camino a la cocina y veo el refrigerador, ni pensarlo, aunque mantener helada la cerveza será un problema. La estufa será fácilmente sustituida por una gran fogata que tendré siempre encendida, con la ventaja de que no hay que lavar la fogata luego de cocinar. Creo que aunque el microondas sería de gran utilidad yo no sé sacarle provecho, porque sólo uso las opciones "beverage" para hacerme un café o un té, y la de "popcorn". No le veo mucho caso a irlo cargando para hacer café y palomas, así que a lo mucho me llevo un sartén, ese bien feo que a mi me encanta. Porque si me llevo el de teflón no pasaría ni cinco minutos cuando mi esposa ya estaría en la prehistoria reclamándomelo. Que no se me olvide llevarme una tapadera, o tendré que comer siempre mis palomitas del suelo.


Me llevo también un sacacorchos, no llevo vino tinto -allá lo fabrico, de ser necesario le llamo a mi primo que trabaja en un viñedo para preguntarle como- pero siempre que he buscado un sacacorchos recuerdo que no tengo uno, y acabo abriendo las botellas aventando el corcho hacia adentro con un desarmador. No está de más llevármelo.


Tomaré el ajo envasado y listo para usar y algo de aceite de oliva, porque aunque también lo fabricaré, me gustaría comer un espagueti al ajo llegando.


Tenedor!!!! o-dio comer con la mano, porque adempas me quedan oliendo los dedos oliendo a comida.


Me voy a llevar un taco de alambre de los que hace mi mamá, luego se los describo, están buenísimos. La idea será probar si puedo sembrar un taco -o medio taco, me voy a comer la otra mitad para en caso de que no funcione no quedarme con el antojo- y ver si logro obtener un árbol -si fuera planta los tacos podrían crecer en el suelo como las sandías- de tacos. Lo voy a sembrar con guacamole y salsa de tomate para que salgan ya listos para saborearse.


Coca cola. Me llevaría una charola de cocas para tomármelas claro, pero además para poder probarlas y comparar su sabor con el de las cocacolas que haré yo allá, y a prueba y error voy a descubrir su formula secreta.


Pasando ya de salida veo mi gafete del trabajo, que no me va a servir para nada pero ya estoy impuesto a usarlo. Me lo llevo.


Regreso al baño por jabón y papel higiénico -no voy a explicar-, y mi cepillo de dientes, ya de por si amarillos y chuecos. Lo bueno es que allá voy a ser algo así como dice el dicho pero con alguna adaptación "en medio de chimuelos el de los dientes chuecos y amarillos es rey". Veo el baño y me dan ganas de llevármelo... me ha dado tantos momentos felices que me siento malagradecido de dejarlo, pero creo que habrá de esperar.


Calculando el espacio en la cuna, creo que me queda un campito. No sé, tal vez lleve una amiga.


Siento que olvido algo, pero es mi sensación de diario, es una de mis compulsiones que ya compartiré en otro momento.






Pequeña Roca, el cavernícola.

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