Pues si.
Hoy me puse a cotizar seguros automotrices para proteger por ahi un pequeño patrimonio y bueno. Las cosas pasaron así:
Despues de preguntar varias, muchas veces en pocos días si ya tenía seguro ese pequeño bien, ayer se apareció una promotora de seguros en mi oficina. Para pronto le pregunté por un seguro con las características que andaba yo buscando y ya me dijo "esta tarde lo tiene". Pues la joven promotora no se apareció ayer y ya estaba yo pensando que no aparecería cuando una morenita muy llena de curvas me sonríe desde lejos. Yo pensé lo de diario "todas se vuelan conmigo, pero qué le voy a hacer" y le regalé mi mejor sonrisa (que la verdad no es mucho decir).
La cosa es que la morenita coqueta me siguió hasta mi lugar, y pensé lo evidente: "soy irresistible, esto me traerá problemas". Bueno, pues ya se presentó y me dijo "no se me ha olvidado", cosa que claro que me asuntó porque no están los tiempos para andar reconociendo hijos, pero lo bueno es que quedó en menos. Nomás me debía una cotización del pequeño patrimonio rojo.
Hice las acotaciones necesarias, me entregó la lista de requisitos, y pues ya, acordé conrtatar el servicio porque el precio era en verdad irrisorio a cambio de la protección que sabemos en estos días es muy necesaria para cualquier cosita que quiera uno proteger. Ya le llamo a Perfil Musical para que me diera un dato y cuál, que el pequeño patrimonio en cuestión cambió de dueño horas antes.
¿por qué? pues no se, pero todas las cosas pasan por algo.
He escuchado eso del "easy come easy go" pero no me declaro fan, claro que me gusta que las cosas me duren sin importar cuánto trabajo me hayan costado y pues bueno, de poco consuelo sirve cualquier comentario, pero pues lo más sano es entender que las cosas son así, y que Dios compensa, jala de un lado pero afloja de otro. Nadie tenemos de todo en esta vida. Es la ley del universo nivelando las cosas por sus caminos misteriosos, lo que no me gusta es que lo haga a través de los mugrosos bandidos que se despachan con la cuchara de uno.
Ya me ha pasado. El año pasado justo en estas fechas le dije a otra promotora de seguros que me cotizaba un pequeño patrimonio igual a este que ayer voló y revisé mis cuentas y le contesté "oiga, que caro, está tan caro que me dan ganas de chocar nomás para aprovecharlo", total que le dije no gracias.
A los dos días efectivamente choqué y deje mi pequeño patrimonio en calidad de plato hondo para cereal. Afortunadamente salí ileso, porque el asunto no se veia nada bien y segurito Dios me cuido por algo, algo que debo hacer en esta vida, algo que no he terminado, porque me he librado de muchas, sobre las que no abundo porque pues son muchas y es mejor que queden atrás.
En otra ocasión dejé el estéreo de mi carro en la que aquélla ocasión fue "mi primera vez" de dejarlo peusto y si, de la nada alguien salió y se lo llevó dejándome un cristal roto. ¿Por qué se preguntarán ustedes? si era la primera vez, si no había nadie, si yo nunca hago eso... pues si, porque por algo pasan las cosas.
Cae un piano en donde estaba yo parado, la señora a la que se le escurre el chile de las papas en bolsita sobre el del traje y corbata en vez del de playera roja, la gorda que siempre invariablemente se atraviesa justo cuando la mas sabrosa de la parada del camión se levanta, las cervezas que se acaban cuando más sed tiene uno, el jefe que llama cuando contesta uno "carnicería el puerco feliz", o todos callados cuando el chavo dice "maistro longaniza".
No tengo la respuesta a por qué pasan las cosas pero me consuelo pensando en que todas pasan por algo. Seguramente ese pequeño patrimonio que hoy se va pronto regresará ¿cómo? sólo Dios lo sabe, tal vez en forma de otro igual, pero más bonito. O en forma de una nueva chamba, o en forma de algún otro tipo de buena noticia, mientras que como el universo es equilibrio absoluto, seguramente al otro patán le llegará su factura por lo que hizo. Así lo voy a pensar.
Así que por lo menos hoy me quedo tranquilo esperando a que el universo y Dios se confabulen para que esas cosas que tienen que pasar pasen, que sean buenas y que cuando lleguen las sepa yo reconocer.
Por lo pronto señores hoy me voy, y no me pregunten por qué, ya que todas las cosas pasan por algo.
Perfil Bajo, de lso Ruiz de Nochistlán.
Las cosas que piensa alguien de 50, que siente que se salió del molde, pero que la verdad en el espejo se ve muy normal. Lo escrito simplemente brota de mi cerebro que en algunas partes está como nuevo y en otras francamente atrofiado. Lo he frenado por años porque creo que no lleva a nada, pero luego de tanto, entiendo que publicarlo tampoco lleva a nada. Así que como dice una frase que le oí a Shrek en su traducción al español: "mejor afuera que adentro". Saludos.
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